Las corrientes internas de las carreras son numerosas y variadas. La estratificación está directamente vinculada a los intereses de cada uno, que son múltiples, casi tantos como dorsales compiten. El ciclismo, tan agónico, reparte muchos premios, -no confundir el concepto con recompensas abundantes- para amortiguar el padecimiento y dotar de esperanza a los sufridores.

Se venera la general, se subliman las etapas y se subrayan clasificaciones menores, que, sin embargo, son capitales para los más humildes. Además de eso, existe la lucha de clases y el sistema de castas, los compartimentos estancos que impulsa el sistema de la UCI (Unión Ciclista Intenacional), que divide el ciclismo en segmentos. Todos los derechos para los WorldTour.

Fuera del club social de los poderosos, se impone el recuento de puntos y el método de las invitaciones para poder acceder a las grandes citas. Saben los ProTeam, salvo los mejores del ranking, que están en manos de los caprichos de los organizadores, los que eligen quién entra y quién se queda fuera. Reservado el derecho de admisión. En cualquier caso, conviene argumentar la presencia.

La Vuelta es el principal reclamo para los ProTeam estatales. De las cuatro invitaciones que dispone la carrera, dos, si se atienden a los méritos del ranking del pasado año, serán para el Alpecin y el Arkéa. Por las otras dos wild cards que restan compiten el Euskatel-Euskadi, el Caja Rural, el Kern Pharma y el Burgos BH. Cuatro aspirantes para dos lugares y, sobre todo, para apuntalar el proyecto de futuro de las distintas formaciones. Por eso, cuando se miden en el asfalto, los equipos en cuestión no solo atienden a las clasificaciones tradicionales. Su lucha es otra, de mayor calado.

AGARRAR LAS FUGAS

Se trata de una competición por la supervivencia. Se miden entre sí en cada metro, en cada escapada, que es un hilo del que tirar para acercar la Vuelta. Agarrar las fugas y protagonizar metraje es fundamental para ir abriendo hueco respecto al resto de equipos que buscan la Vuelta desde la angosta senda de las invitaciones. "Para nosotros es muy importante ser protagonistas y tener un estilo de correr sabiendo que ganar es muy difícil. Por eso nunca hay que desestimar las escapadas, menos para un equipo como el nuestro. Tenemos que mantener esa línea de ser competitivos y correr sin miedo", expresa Jorge Azanza, director del Euskaltel-Euskadi.

El método de la formación naranja ha sido muy fructífero en la Volta a la Comunitat Valenciana. El Euskaltel-Euskaid estuvo presente mediante escapadas en cuatro de las cinco jornadas de la carrera. No es un dato menor. Joan Bou (1ª), Xabier Mikel Azparren (2ª), Antonio Soto (4ª) y Gotzon Martín (5ª) dejaron huella y mostraron la ambición de la formación vasca, que desea estar en la Vuelta.GRAN RENDIMIENTO

Con ese anhelo impregnando la fibra muscular, el Euskatel-Euskadi sale fortalecido de su aventura en Valencia. La tropa naranja concluyó la prueba como el sexto mejor equipo de la general, el primero de los ProTeam. Un dato esclarecedor. Solo el Ineos, el Bahrain, el Astana, el Trek y el Movistar mostraron mejor perfil que el Euskaltel-Euskadi en el cómputo por escuadras. Un gran resultado para una competición en la que participaron 23 formaciones, 15 de ellas de la máxima categoría, el WorldTour.

De hecho, en la jornada reina, la que sirvió para encumbrar a Vlasov, la muchachada de Jorge Azanza alcanzó la cuarta plaza en la clasificación por equipos. "El hacer cuartos en la etapa reina habla de la plantilla que tenemos y de la regularidad de los chavales. Y nos hacer ser optimistas para las citas que vienen, para seguir en esta línea de fugas, de entrega, y de subir el nivel medio del equipo", describe el director navarro.

El mensaje del Euskaltel-Euskadi es claro. No se desvía ni un centímetro del mantra que rige el discurso de Azanza. "Siempre digo que nosotros solo nos podemos limitar a hacerlo bien a nivel deportivo para ganarnos un puesto en la Vuelta. Luego, la decisión no está en nuestras manos", determina el técnico navarro.

Destacar en el amanecer del curso se antoja imprescindible para el Euskaltel-Euskadi porque las invitaciones para la Vuelta se esperan en las próximas semanas y estar bien situado es prioritario. No solo cuenta el rendimiento deportivo, -hay otras variables e intangibles que pesan en la elección- pero que este no sea bueno facilita ser excluido del reparto de las invitaciones. Con esa idea, la formación vasca tiene el objetivo de estirar su buen arranque a las próximas citas del calendario: Tour de Omán, Vuelta a Murcia, Clásica de Almería y Clásica Jaén. El Euskaltel-Euskadi acelera.