Hay quien propone un techo de gasto y hay quien propone un sistema similar al del draft de los grandes deportes estadounidenses. Dos normas que serían muy difíciles de aplicar y que es dudoso que mejoraran el ciclismo. Pero si alguien lo propone es porque no le gusta lo que le está pasando últimamente al pelotón ciclista: que dos o tres equipos acaparan a casi todas las grandes figuras, con lo que no solo se llevan casi todas las victorias sino que privan a los aficionados de la lucha entre esos corredores en las citas principales.

Porque, se mire como se mire, que Roglic, Vingegaard y Kuss sean del mismo equipo no es buena cosa ni para la organización de la Vuelta ni para sus espectadores. Y eso que las puñaladas traperas que se están dando entre ellos también son cierto tipo de espectáculo. El caso es que hay muy pocos ciclistas en el pelotón capaces de ganar una Vuelta y sin duda sería más bonito que estuvieran repartidos.