Estaba cantado. La apuesta era Mads Pedersen. Todos esperábamos al danés, que lo ha intentado en numerosos días, como vencedor. La verdad es que no era difícil acertar por cómo se está desarrollando la Vuelta, con un esquema que se está repitiendo durante varias etapas. Visto el recorrido, se sabía que el Lidl apretaría desde el principio para dejar a los esprinters puros sin posibilidades. A partir de ahí, todos en el pelotón eran conscientes de que la fuga, como tantas otras, llegaría. Así que se han sumado a la aventura más de cuarenta corredores. Estamos viendo fugas muy numerosas en varias etapas, como si se tratara de la tercera semana de una grande.

Esto se ha acrecentado aún más con la propuesta del Visma. El equipo del líder no tienen ninguna intención en controlar el pelotón si no existe peligro para el líder. Eso implica que hay permiso. El UAE lo ha sabido explotar muy bien y ha buscado la victoria a través de Vine, pero el día estaba señalado para Pedersen, que ha contado con numerosos compañeros de equipo para controlar la fuga. Al final le ha tocado a él estar al quite, pero un corredor como Pedersen, de su calidad, ha manejado todo a la perfección.

No es sencillo porque en el grupo había nueve ciclistas, pero ninguno era tan fuerte como el danés, pendiente de todos. Una vez en el esprint, era de esperar su celebración. Cuando ha arrancado de lejos, su esprint es más de potencia sostenida que de una punta de velocidad extrema, el resto estaba perdido. Ha ganado con muchísima comodidad. Me alegro por él. Es un ciclista que corre con valentía y siempre busca el protagonismo.

Para Vingegaard y Almeida ha sido un día para recuperar antes de la segunda jornada de descanso de la carrera. Sobre las protestas, me reitero, son lícitas e incluso entiendo el querer parar la carrera pero hay que medir y no pretender cruzar por delante del pelotón que va rapidísimo y se pone en riesgo la integridad física, como ha pasado con Romo. Es una línea que no se debe traspasar.

*El autor es director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk.