Un estudio de la Universidad Atlántica de Florida (Estados Unidos) ha revelado una visión innovadora de los orígenes del propósito o la capacidad de actuar de los seres vivos utilizando una fuente poco habitual y en gran medida inexplorada: los bebés humanos, con los que han descubierto el origen de la "conciencia consciente", según publican en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.

Dado que la acción dirigida a un objetivo aparece en los primeros meses de la vida humana, el equipo de investigación de la FAU utilizó a bebés pequeños como campo de pruebas para comprender cómo el movimiento espontáneo se transforma en acción dirigida a un objetivo.

Para el estudio, los bebés comenzaron el experimento como observadores desconectados pero cuando los investigadores ataron uno de sus pies a un móvil de cuna, descubrieron que podían hacer que el móvil se moviera. Para captar este momento como un relámpago en una botella, los investigadores midieron el movimiento del bebé y del móvil en un espacio tridimensional utilizando tecnología punta de captura del movimiento para descubrir las características dinámicas y coordinativas que marcan el "nacimiento de la agencia".

Los hallazgos aportan una solución a este viejo enigma. El análisis y la modelización dinámica de experimentos con bebés humanos sugieren que la agencia surge de la relación acoplada entre el organismo (bebé) y el entorno (móvil), pero la pregunta era cómo ocurre esto exactamente.

El movimiento del bebé crea un efecto: que el objeto se mueva

Cuando el pie de un bebé está atado al móvil, cada movimiento del pie hace que el móvil se mueva. Se pensaba que cuanto más se movía el móvil, más se estimulaba al bebé a moverse, produciendo aún más movimiento móvil.

"La retroalimentación positiva amplifica y acentúa la relación causa-efecto entre el movimiento del bebé y el del móvil", explica el doctor J.A. Scott Kelso, autor principal y Profesor Eminente de Ciencias Glenwood y Martha Creech del Centro de Sistemas Complejos y Ciencias Cerebrales de la Facultad de Ciencias Charles E. Schmidt de la FAU.

"En cierto nivel crítico de coordinación, el bebé reconoce sus poderes causales y pasa de un comportamiento espontáneo a otro intencional -prosigue-. Este momento se caracteriza por un aumento brusco de la velocidad de movimiento del bebé".

Coordinación de movimientos

La doctora Aliza Sloan, autora principal y científica investigadora postdoctoral en el Centro de Sistemas Complejos y Ciencias Cerebrales de la FAU, desarrolló un detector cuantitativo para buscar aumentos abruptos en la tasa de movimiento infantil relacionados con el descubrimiento repentino del bebé.

La técnica de Sloan demostró que el "nacimiento" de la capacidad de actuar puede cuantificarse como una transición de fase "eureka" que cambia de patrón dentro de un sistema dinámico que abarca al bebé, el cerebro y el entorno. El sistema pasa de un estado menos correlacionado a otro en el que los movimientos del móvil y del miembro atado están muy coordinados cuando el bebé descubre su conexión funcional con el móvil.

Evolución del estudio

Aunque el diseño básico del experimento se ha utilizado en la investigación del desarrollo desde finales de los años 60, la investigación relacionada se centraba tradicionalmente sólo en la actividad del bebé, tratando al bebé y al entorno como entidades separadas.

En los 50 años de experimentos formales con móviles para bebés, el estudio de la FAU es el primero en medir directamente el movimiento del móvil y en utilizar el análisis coordinativo para proporcionar observaciones cuantificadas de la emergencia de la agencia humana.

El nuevo enfoque utilizado en este estudio enmarca la agencia como una propiedad emergente del acoplamiento funcional del organismo y el entorno. Los investigadores se adentraron en la interacción entre el bebé y el móvil a través de la Dinámica de la Coordinación, la teoría de Kelso y sus colegas sobre cómo se coordinan los seres vivos complejos (desde las células hasta la sociedad) y cómo surgen la función y el orden.

Los movimientos importan, pero también las pausas

Aunque se esperaba que los bebés descubrieran su control sobre el móvil a través de su acción coordinada con él, llamaron la atención los patrones de pausa infantiles.

"Nuestros hallazgos demuestran que no sólo importan los movimientos activos de los bebés", afirma la doctora Nancy Jones, coautora, profesora del Departamento de Psicología de la FAU y directora del Laboratorio FAU WAVES.

Un análisis coordinativo completo del movimiento del bebé, el movimiento móvil y su interacción, descubrió que la aparición de la agencia es un proceso autoorganizativo puntuado, con un significado que se encuentra tanto en el movimiento como en la quietud.

"Los bebés de nuestro estudio han revelado algo realmente profundo: que hay acción en medio de la inacción, e inacción en medio de la acción. Ambas proporcionan información significativa al bebé que explora el mundo y su lugar en él", señala Kelso.

"La dinámica de coordinación del movimiento y la quietud constituyen conjuntamente la unidad del conocimiento consciente del bebé: que puede hacer que sucedan cosas en el mundo intencionadamente" añade.

El estudio de la FAU también reveló que los bebés navegan por el acoplamiento funcional con el móvil de distintas maneras. Se detectaron grupos diferenciados en el tiempo y el grado de las ráfagas de actividad infantil, lo que sugiere que existen fenotipos conductuales (características observables) del descubrimiento agentivo, y que la dinámica proporciona un medio para identificarlos. Este novedoso método de fenotipado puede ser útil para la atención preventiva y el tratamiento precoz de los lactantes en situación de riesgo.