Estos son los errores más comunes que se cometen al cargar el móvil

El móvil es, sin ninguna duda, uno de los dispositivos que más veces se consulta al día y con el que más tiempo se pasa. Y es que las opciones que permiten los smartphones son innumerables. Llamar, mandar mensajes, navegar, gestionar las redes sociales, utilizar aplicaciones para mejorar la productividad, entretenimiento y salud, sacar fotos y vídeos, hacer compras online, realizar pagos, usar asistentes virtuales para controlar dispositivos inteligentes del hogar, jugar a videojuegos o aprender nuevos idiomas, son algunas de las múltiples oportunidades que aporta un dispositivo de estas características.

Su presencia en nuestro día a día hace que sea necesario cargarlo con frecuencia. Si no es todos los días, cada dos. Y es que pese a que las baterías cada vez duran más, lo cierto es que para que su autonomía se prolongue durante más años, hay que saber cuidarla y no caer en errores que dañen la batería.

Ajustar el brillo de la pantalla, apagar la vibración, apagar las conexiones Wi-Fi y Bluetooth mientras no se estén utilizando, desactivar la localización por GPS, minimizar las notificaciones o desactivar la función "activación en segundo plano" son algunos de los principales trucos para que la batería del móvil duré más.

Los errores más comunes al cargar el teléfono móvil

Según apuntan los expertos, las baterías de los móviles tienen entre 300 a 500 ciclos de carga, después de estos, empieza a decaer su rendimiento y la energía máxima que soporta se empieza a reducir. Aunque es algo inevitable, hay algunas prácticas que hacen que la degradación sea más rápida.

Dejar el móvil cargando toda la noche

Uno de los principales errores que se comete a la hora de cargar el móvil es dejarlo enchufado toda la noche. Un gesto muy repetido que no es recomendable hacerlo. ¿La razón? Dejar el móvil toda la noche conectado acelera el desgaste de la batería, reduce su vida útil, puede provocar sobrecalentamiento y ciclo innecesarios de carga y descarga y genera un consumo innecesario.

Cuando la batería llega a su capacidad máxima, se producen pequeños ciclos de carga-descarga que generan calor. Este aumento de temperatura puede deteriorar los componentes internos de la batería con el tiempo.

Usarlo mucho mientras se usa

Usar el móvil mientras se carga puede generar un calor extra en el dispositivo, lo que podría dañar tanto la batería como los componentes internos. Además, al combinar el consumo de energía con la carga simultánea, se puede forzar a la batería a trabajar más y alterar los ciclos de carga, reduciendo su vida útil. De ahí que los especialistas recomienden no usar el dispositivo, o hacerlo lo menos posible, cuando está cargándose.

Cargarlo del todo o dejar que se apague

Según señalan los expertos, lo recomendable es cargar el dispositivo cuando la batería alcance el 20% y desenchufarlo cuando llegue al 80%. Los teléfonos más nuevos usan baterías recargables de iones de litio, que no funcionan bien cuando se agotan por completo o se cargan estando llenas.

No controlar la temperatura del dispositivo mientras se carga

Las altas temperaturas dañan las baterías de los móviles. Por eso, es importante controlar la temperatura, pues las baterías son muy sensibles a las temperaturas extremas. Una manera de hacerlo es evitar utilizar la carga rápida y solo recurrir a ella cuando sea necesario. Además, es importante cargar el móvil en un entorno donde la temperatura sea moderada y alejarlo de fuentes de calor o frío está enchufado a la corriente.

Utilizar cables y enchufes que no son originales

Cuando se rompe o pierde el cargador original, es habitual sustituirlo por un cargador universal que no sea original. Esto puede terminar generando un problema, pues pueden no estar bien diseñados con las especificaciones adecuadas y terminar dañando la batería del smartphone.