El gusto por el género del true crime está fuera de duda y ahí están las cifras de audiencia para corroborarlo. Aunque al mismo tiempo se suscita el debate en torno a si sus protagonistas tanto deben dar su consentimiento a que la producción se realice como a recibir compensación por ello.
El último ejemplo lo tenemos en la cancelación, motivada por una orden judicial, de la serie documental Angi: crimen y mentira en Netflix. La decisión se ha producido después de que María Ángeles Molina, Angi, quien fue condenada por el asesinato en el año 2008 de su compañera de trabajo Ana Páez y cuyo caso y figura recoge la serie, denunciara desde prisión a la plataforma por el uso de imágenes personales previas al suceso que no habrían contado con su consentimiento y solicitara que la emisión de la misma fuera paralizada.
De forma inmediata, Netflix canceló el estreno de los dos episodios que tenía previsto estrenar este pasado jueves, eliminó de su catálogo la ficha de la producción e incluso retiró de YouTube los tráileres que podían visionarse de forma libre pasando a figurar como privados.
Angi: crimen y mentira, dirigida por Carlos Agulló, realizador de El Desafío: 11M, es producto de una investigación de dos años sobre dos hechos que están separados en el tiempo. Por una parte, la muerte en 1996 del empresario Juan Antonio Álvarez Litben, marido de Angi. Pero sobre todo, del asesinato en 2008 de Ana Páez, lo que muchos describen como “un asesinato casi perfecto”.
Para esta miniserie se consiguió reunir casi una veintena de testimonios, entre ellos los de agentes de los Mossos d’Esquadra. Aunque la productora Brutal Media, responsable de series como Asalto al Banco Central o Bienvenidos a Edén y documentales como El caso Wanninkhof-Carabantes o Las cintas de Rosa Peral, no consiguió recabar los de la propia Angi, su hija, su abogado o la Policía Nacional, responsable de la investigación sobre la muerte del marido de la protagonista.
Agulló resume que “la investigación ha sido laboriosa y también reveladora. Además de las diligencias, hemos revisado más de 2.000 páginas de sumarios, informes criminológicos y archivo de familiares. También hemos llevado a cabo más de 60 conversaciones y entrevistas... Nos hemos enfrentado a una investigación de múltiples aristas, tantas como las múltiples identidades de Angi”.
Rosa Peral, precedente
La protagonista de toda esta historia fue detenida el pasado 24 de marzo, hace poco más de un mes, mientras disfrutaba de un permiso, y la investigación de los Mossos d’Esquadra sigue su curso. Y se da la circunstancia de que fue devuelta a la prisión de Mas d’Enric, en Tarragona, la misma en la que está recluida Rosa Peral, condenada por el asesinato de su pareja en el mediático caso conocido como el “crimen de la Guardia Urbana” y que también presentó una demanda contra Netflix después de que la plataforma emitiera la serie El cuerpo en llamas basada en el mediático crimen.
Peral reclama a la plataforma y a Arcadia, productora de la serie, casi 30 millones de euros por vulneración de los derechos al honor y la intimidad tanto de ella como de su hija. Su abogada ha explicado que la cantidad que se reclama se ha calculado en función del número de horas en las que la serie se ha reproducido.