Pícaro duque
HaY personajes televisivos que ni estaban ni se les esperaba. Uno de ellos era Kiko Rivera que pasó una década engordando y huyendo de las cámaras que esperaban grabar su última fechoría. Creció y perdió el pelo escuchando hablar de las maniobras orquestales que su madre había organizado por Marbella defendiéndose de las cámaras con monosílabos. Otro de los personajes que han conquistado la televisión es Iñaki Urdangarin, el yerno del jefe del Estado que parecía que gastaba de marca y luego resultó que iba vendiendo humo a todas horas. Son personajes paralelos. Ambos se benefician de la fama que les precede. Son los medios quienes de una manera u otra los han puesto en la picota. A Kiko lo están encumbrando haciéndole aprovechar una fama que en realidad le ha caído encima. Al otro personaje de estas Navidades le llaman el Duque. Un tipo que ha renovado, y de qué manera, los viejos roles de la picaresca. Unos le sacan el careto como a los delincuentes en los informativos y eso que la Audiencia Nacional dice que no tiene "entidad suficiente" como para crujirlo. Dos personajes incomprendidos a los que habría que unir el nombre de Carmen Lomana, la pija que llegó a decir que apoyaba al movimiento del 15-M desde la distancia. Ahora se ha convertido en la mayor crítica de Rajoy por las medidas tomadas, en especial por la subida de impuestos. Esta revolucionaria que viste de Prada y llamó a los ciudadanos a la "desobediencia civil tributaria". No se trata de una cantautora tipo Ana Belen "Para hacer una muralla tráiganme todas las manos". No. Yo creo que simplemente le falta un tornillo. No sé dónde nos llevara este 2012. Éste, como el anterior, es un año donde a los friquis les va a ir muy bien en televisión. Incluido el nuevo inquilino de la Moncloa.