madrid. Se hizo famoso gracias a sus apariciones en Crónicas Marcianas. Su forma de moverse y de hablar no pasaron inadvertidas. Se llamaba Manuel Reyes, pero todo el mundo lo conocía como Pozí. Falleció el pasado sábado a primera hora de la mañana, según informa la web Formulatv. Lejos del esplendor de la fama, vivió sus últimos días en una residencia, casi en el olvido.
Hace dos años, Pozí volvía a salir ante las cámaras, pero en una imagen muy distinta a la que tenía acostumbrado al público. El programa Sálvame contaba que vivía en una casa insalubre de Barbate sin nevera, sin luz y sin un cuarto de baño funcional, según asegura El Mundo.
Según relataba el propio Pozí, que aparecía en una cama, la culpa de su situación correspondía a su representante. "Compré una nevera, un televisor" aseguró Pozí acusando a Andrés Perea, alias El Lince, (su representante) de robarle y quitarle "los millones" que tenía en su cartilla. "No le engaño, me gusta el alcohol", reconocía sin embargo.
El sobrino de Pozí, que se encontraba junto a él, apuntaba directamente a su representante como responsable de la situación de indigencia en la que vivía su tío. El representante, sin embargo, culpaba de la situación a su sobrino: "¿Qué te puedes esperar de un drogadicto?", decía. Según su versión, el sobrino le obligaba a sacar dinero del banco y le maltrataba físicamente.