los Ángeles. Considerada la mejor serie dramática de la televisión de los últimos años, Mad Men regresa el próximo domingo día 25 a la pequeña pantalla de EEUU, con una quinta temporada marcada por los cambios sociales vividos en ese país mediada la década de 1960 y unos personajes en constante búsqueda de sí mismos.
Tras diecisiete meses de "vacaciones" por decisión del canal AMC, que optó por dar prioridad en 2011 a otros contenidos de nueva creación como The Killing y Hell on Wheels, la serie vuelve con aire fresco y un primer episodio doble con sabor a estreno. "La gente ha esperado el programa", dijo satisfecho el creador de Mad Men, Matthew Weiner, en un encuentro con la prensa norteamericana.
Al igual que ocurre con el buen vino, el paso del tiempo ha jugado a favor de Mad Men, que lejos de caer en el olvido ha visto cómo la expectativa de su retorno ha madurado entre sus fans, deseosos de conocer qué pasa en la vida del equipo de ejecutivos publicitarios encabezado por el talentoso pero infeliz Don Draper. Tanto Weiner como los actores del reparto dejaron caer que habrá tensiones entre los personajes jóvenes y los veteranos. De hecho, la idea del cambio generacional se palpa desde el primer episodio de la quinta temporada, en el que Don Draper (Jon Hamm) manifiesta una crisis de edad. "En esta temporada exploramos los cambios en la vida de un hombre, especialmente cuando llega a los 40 y cómo eso ocurre", comentó Hamm. El actor, que confesó tener que fumar decenas de cigarrillos por capítulo, indicó que su personaje empezará a darse cuenta de que, con los años, parte de las cosas que le preocupaban en la juventud "no importan realmente". La quinta temporada de Mad Men se podrá ver en mayo a través de Canal +.