'Perdidos en la tribu' regresa a Cuatro con escenas más duras y más diversión

madrid. Perdidos en la tribu regresa hoy a Cuatro en su tercera edición para mostrar la convivencia de tres familias españolas con tribus de Etiopía, el Amazonas y Togo en situaciones más duras, complejas, extremas y divertidas que en temporadas anteriores.

En el nuevo Perdidos en la tribu, los concursantes se ríen y se les saltan las lágrimas cuando les rasuran la cabeza, se cubren el pecho con hojas, lucen taparrabos, les pintan el cuerpo metidos en el río, comen gusanos y asisten a clase de remo de canoa en un río en el que si se caen son el almuerzo de un animal salvaje.

Sánchez Silva, nueva presentadora del programa, como relevo de su amiga, Nuria Roca, indicó que la nueva edición es "más extrema porque las tres familias han convivido durante 25 días con tres tribus que fueron descartadas en ediciones anteriores".

En la tercera edición, con diez episodios de unos 70 minutos de duración cada uno, los factores clave son dos: los participantes y cómo ellos afrontan la experiencia de convivir con una tribu cuya cultura es muy dispar con respecto a la española, explicó por su parte Walter, de la productora Eyeworks Cuatro Cabezas.

Las tres familias españolas que han estado con las tribus son muy diferentes, entre ellas, por estatus social, cultural y educativo aunque tienen una característica común: su peculiaridad.

Desde Marbella, la familia Bernhanyer liderada por Juan Carlos, marchante de arte e hijo del famoso diseñador de moda Elio Berhanyer, van a estar con los Suri (sudoeste de Etiopía), tribu que obedece ciegamente a su jefe, explicó el director Pablo Abelenda.

Con la tribu Shiwiar, instalada en una zona del Amazonas cercana a Ecuador, va a vivir la familia Merino, de León, en el que los cuatro hijos están orgullosos de ser guapos y muestran, sin tapujos sus cuerpos esculpidos por horas de gimnasio.

Desde Bilbao, la familia San Sebastián viaja con el nuevo novio de una de sus dos hijas, que tienen caracteres opuestos, a Togo (oeste de África), donde descubrirán a los Tamberna, un pueblo muy activo sexualmente, señaló Abelenda.

"No todas las familias lo van a lograr", comentó el director, quién señaló que el programa que reparte 150.000 euros entre las familias que superan la prueba de convivencia.

Abelenda explicó que las condiciones fueron "más extremas y duras" que en anteriores anteriores aunque "el programa ha cuidado no herir la sensibilidad y sugerir más que mostrar" al espectador.