EL periódico Bild alemán ha celebrado su 60º aniversario (como la Reina de Inglaterra en el trono) regalando 41 millones de ejemplares a los lectores. Inmediatamente después ha publicado en su portada una edición escrita cablegráficamente a mano. Advierte de que uno de cada 3 adultos no ha escrito ni un renglón en el último medio año. Quién lo hubiera dicho hace 60 años. Aunque puestos a añorar, parece imposible ver por TV el convoy de los magnates de Eurovegas y no recordar el filme Bienvenido Mister Marshall. Aquel Pepe Isbert "como alcalde suyo que soy les debo una explicación. Y esa explicación que les debo se la voy a pagar" gritaba desde el balcón municipal dispuesto a lo hiciera falta con tal de agradar la visita a los americanos. Una visita tras de la que se intuían millones de dólares. Esta caravana, como aquella, es el símbolo de la nada. Vivimos un tiempo en el que la escasez de proyectos empresariales debería desautorizar la voz de la patronal, y resulta que por aquí están tan crecidos que lo quieren todo a cambio de nada. Hay datos objetivos que hablan por sí solos sobre las nefastas condiciones laborales de los casinos dirigidos por esta gente. Condiciones que ni siquiera en China se admitirían. Ahora la última aldeanada la ha pronunciado, como no, Esperanza Aguirre, atribuyéndose la capacidad de modificar la norma que regula fumar en lugares públicos. Los que conocemos Madrid sabemos que es una ciudad acogedora en la que abundan los trileros por las calles. Bueno, hace tiempo que no voy por allí. Es posible que los trileros (pequeños estafadores que trampeaban con cierta tranquilidad en la vía pública) ya no estén en las calles: en algún momento las dejaron y ahora ocupan Alcaldías y presidencias de la Comunidad.