LOS cambios radiofónicos al comienzo de la temporada han sido muy suaves y de poco calado en los últimos años y frente a la dinámica de ofertas cambiantes de la televisión, los ejecutivos de las radios apenas movían ficha en sus programas, conductores y contenidos, convencidos de la fidelidad de la audiencia y rentabilidad de las manidas parrillas. En los últimos días, el mundo de la radio está lleno de cambios, nuevos conductores, profesionales cesados, programas cambiados de perfil ideológico y materia crítica, quítate tú para ponerme yo y cosas de parecido estilo y naturaleza que puede producir el espejismo de que la radio está generando una revolución de formatos, métodos y sistemas de comunicación. La noticia maravillosa y sorprendente es la de que la radio se mueve y el horizonte septembrino se llena de luces y fulgores que anuncian una nueva etapa de la exitosa historia de la radio actual. Y todo puede quedar en espejismo y marketing promocional, que de eso la radio sabe mucho, y pasados los primeros compases de la temporada, todo siga más o menos igual y que todos los cambios sean más de lo mismo en la cinco cadenas estatales. En las mañanas han surgido algunas nuevas voces (Pepa Bueno, Manuel HH) pero el resto es cambio de fichas y pequeños retoques y permutas en la franja horaria en la que las radios se juegan las habichuelas con formatos de magacines muy parejos y significados por la figura de cada conductor-estrella. De cinco conductores mañaneros, tres se mantienen y este dato evidencia que es más el ruido promocional que las nueces y de veinte comunicadores-estrella solo han cambiado cinco. Salvo en RNE con cambios drásticos por motivos políticos en el nuevo horizonte radiofónico no se adivina frescura, innovación y creatividad. Eso sí, lo que sigue, sigue y, lo que parece que cambia ya veremos en qué.