ESTAMOS en plena batalla por las audiencias con T5 y A3 comiéndose el espacio de la noche televisiva, tú pones a Mota, yo saco a Milá, y así van desfilando los mejores presentadores, los más lucidos formatos para que los audímetros registren audiencias millonarias. La última puesta en escena ha sido la de Zeppelín y Telecinco que han producido una nueva entrega de GH 14, registro para libro, basado en el más popular de los realitys procedente de Holanda y hoy sociómetro de las apetencias del hispano consumidor audiovisual. Los éxitos de las últimas ediciones han consolidado la presencia de MM al frente de la conducción de las semanales galas, profesional en un continuo proceso de superación y algarabía, mofándose ella misma de los histrionismos que le salen del bolo con fecunda regularidad. Los creadores del programa se ven obligados a innovar, cambiar, eliminar o plantear nuevas expectativas en los concursantes seleccionados ya que no hay que olvidar que esto es un concurso en el que expones tus vergüenzas al pueblo catódico y te entregas a una loca carrera de nominaciones y expulsiones que el pasado lunes se puso en marcha y que en la presente edición se ha escogido a un puñado de personajes de la sociología urbana que puede funcionar en el día a día del programa. Desde una muchachita con sobrepeso hasta avezado pinchadiscos, los nuevos habitantes de la casa de Gran Hermano ya pululan por las estancias de su estrenada cárcel televisiva y se inicia hoy el primer proceso de nominaciones y será el momento de que aparezcan pardillos, estrategas y simplones que servirán al gran cotilleo que montará la cadena de Vasile a través de su programación, alimentando un monstruito que reflejará la filosofía de la cadena, las apetencias del pueblo llano y la circense actuación de una presentadora gagá. Todo preparado para un nuevo éxito.
