pamplona - Kike Amonarriz (Tolosa, 1961) siempre se ha distinguido por hacer programas de ETB 1 atractivos, entretenidos y con cierto sentido del humor. En estos momentos, presenta un concurso diario, Burubero. Dirige también el espacio Tribuaren berbak, que se emite hoy en ETB 2 y estará presentado por Reyes Prados, una profesional sevillana que ha conseguido hablar con fluidez en euskera. Amonarriz cree que es el momento de llegar al consenso social y político para que la cultura euskaldun y el mundo del euskera salga de la crisis en la que se encuentran inmersos.

Siempre se ha metido en mil líos.

-Sí, pero en líos muy bonitos, son de los que te motivan, te ilusionan y te dan vida; te ayudan a tirar.

Hablemos de su programa Burubero.

-Es un producto creado en la factoría Orio produkziak. Es un formato made Euskal Herria que está funcionando muy bien. Teníamos la idea de hacer un concurso para la familia.

¿Concurso cultural o de entretenimiento?

-Pretendemos trabajar en dos ideas: gente y pueblos de Euskal Herria; también trabajamos con conceptos generales y cultura de todo el mundo.

¿Están consiguiendo los objetivos?

-Yo creo que sí. Además, sabíamos que teníamos que conseguir un ritmo potente, es un concurso de una hora, tenemos un horario especialmente complicado, entre las siete y las ocho de la tarde, para lo que es la primera cadena de Euskal Telebista. Estamos muy contentos de la receptividad que notamos y también con los números y datos de audiencia.

Siempre bogando con el euskera en televisión.

-Es otra manera de acercarnos al tema. Hay unos versos de Salvador: Herria da gorputza, hizkuntza bihotza (El pueblo es el cuerpo, la lengua es el corazón). En Mihiluze jugábamos directamente con la lengua y en Burubero jugamos más con el país y oímos distintos euskalkis.

Se habla más euskera en la calle que nunca, pero ETB 1 no remonta en audiencias. ¿Qué está ocurriendo?

-Ese es uno de los grandes retos que tiene ETB, también nuestra sociedad. Es uno de los temas que necesita un análisis en profundidad. No es solo un problema de contenidos, digamos que es un tema que tiene matices.

¿Es acertado lo que se ofrece?

-A veces se acierta más y otras menos. También hay que contar con lo que son los hábitos y las inercias de una gran parte de población que está sintonizando otro tipo de canales. Hay que hablar también de la competencia bestial que tenemos en ETB 1. Hay una oferta muy grande y la de euskera es muy pequeña.

El uso social del idioma está creciendo, por lo que parece incoherente lo de la crisis de la cultura euskaldun.

-Cada año se escucha más. Tenemos aspectos en los que ese avance es bastante notorio. El uso del euskera en el ámbito educativo es muy alto; el uso del euskera a nivel de calle está avanzando, en redes sociales, Internet y Wikipedia está en unos niveles muy avanzados también.

¿Entonces?

-En los temas audiovisuales pisamos otro terreno, la oferta es altísima y podemos ver productos muy elaborados, series en inglés hechas con unos presupuestos terribles. Competir en ese terreno es muy difícil; quizá el euskera en otros terrenos haya avanzado más y en el audiovisual menos.

¿Resignación?

-No, no nos debemos conformar. En ETB 1 tenemos que ser muy ambiciosos y tenemos que mejorar. Euskal Telebista tiene un campo difícil, tiene que seguir avanzando y los profesionales que estamos trabajando en esta cadena, ETB 1, tenemos que intentar hacer los programas muy bien.