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'Pantojadas' en Wallapop

Desde un arma del lejano oriente hasta una réplica exacta de la terrorífica muñeca Annabelle, Pasando, eso sí, por un pañuelo con las lágrimas de Lionel Messi o la mismísima invitación de boda de Isabel Pantoja y Francisco Rivera 'Paquirri'. De todo, todo y todo puede hallar el caprichoso consumidor 'voyeurista' en estos tiempos digitales por Internet. ¿El objetivo? Doble: hacer caja por un lado; y por otro dar salida económica a esos objetos por los que un individuo lógico, sensato y cuerdo no pagaría ni treinta y dos euros.

'Pantojadas' en Wallapop

Wallapop se asemeja cada vez más al baúl de la Piquer, que como bien nos informó el programa de TVE Lazos de sangre se encuentra desde 2005 en la localidad zaragozana de Calatayud, concretamente en el Museo de la Dolores, ubicado dentro de la hospedería del mismo nombre. El caso es que en la famosa plataforma dedicada a la compra-venta de productos de segunda mano entre usuarios de Internet se hallan objetos (y servicios) de lo más grotescos, absurdos, anodinos... Gomas Directioner a falta de borragomas Milan (imprescindibles para un buen fan de la desaparecida boyband inglesa), acompañantes para hospitales, el periódico del día en el que murió Franco (por 20 euros), o un ataúd "muy poco usado", para aquellos amantes de los féretros poco transitados.

Hasta tal punto llega el nivel de frikismo presente en Wallapop que desde el pasado mes de octubre aquellos fans de la tonadillera más famosa del mundo ya pueden comprar, atención, la invitación de boda de Isabel Pantoja y Francisco Rivera Paquirri, datada (y con certificado oficial) el 30 de abril de 1983. O también la tarjeta oficial entregada en el bautizo de su hijo Kiko, conocido por todos como Paquirrín. Ambas, por cierto, al módico precio de 700 y 500 euros, respectivamente. Dos objetos de culto y deseo que, como una smart TV o el último modelo de PlayStation, todos querríamos lucir en el salón de estar de nuestro elegante hogar.

Decoraciones mucho más burlescas se han visto. Cabe recordar que Justin Bieber decidió realizar una donación, ofreciendo un mechón de su pelo, a una subasta benéfica, donde llegó a recaudar un total de 32.799 dólares; o aunque pueda resultar totalmente inverosímil, restos de comida de la boda de Lady Di y Carlos de Inglaterra también se vendieron a precio de doblón. Charles se dejó una tostada de desayuno a medias, una de las mujeres del servicio la recogió, y posteriormente la puso en subasta por 500 dólares. Como pueden imaginar: nunca un trozo seco de pan tostado resultó tan jugosamente rentable.