Muere a los 89 años Eric Rohmer, cineasta clave de la "nouvelle vague"
compartió generación con autores como chabrol, godard, resnais o truffaut Entre sus películas, destacan algunas como "La rodilla de Clara", "El rayo verde" o los "Cuentos de las cuatro estaciones"
parís. El cineasta francés Eric Rohmer, considerado uno de los principales representantes de la nouvelle vague (nueva ola) del cine francés, murió ayer en París a los 89 años, informó Margaret Menegoz, presidenta de la casa productora Les Films du Losange, empresa productora fundada por el propio cineasta en la década de 1960. "Murió esta mañana, mientras dormía", indicó Menegoz.
El director perteneció a una de las generaciones más influyentes del cine mundial, la nueva ola francesa, emergida entre las décadas de 1950 y 1960, con autores de la talla de Jean-Luc Godard, François Truffaut, Claude Chabrol, Jacques Rivette, Alain Resnais, Agnès Varda y Jacques Demy.
Nacido el 4 de abril de 1920 en la localidad de Nancy, su nombre auténtico era Jean-Marie Maurice Scherer. Obtuvo las licenciaturas en Literatura y Filosofía, ejerció la docencia y el periodismo al principio de su carrera y situó la palabra en el centro de sus realizaciones cinematográficas. La búsqueda de realismo y el análisis de la conducta humana caracterizan sus trabajos, dotados de gran intimismo, frescura y en los que destaca la simpleza narrativa y técnica, con una prevalencia del plano general. Esta característica del cine de Rohmer permite al público llegar a una reflexión con los propios personajes durante un desarrollo natural de la trama, envuelta casi siempre en las relaciones personales y el amor, uno de los asuntos fundamentales alrededor de los que gira su filmografía.
Fue considerado como uno de los cineastas más "secretos" de la nueva ola, que marcó el punto de salida en el movimiento de renovación del cine, y como un gran defensor del cine clásico de Hollywod. Rohmer trabajó como crítico cinematográfico en publicaciones como La revue du Cinéma, Les Temps Modernes, La Parisienne, Arts, La Gazette du Cinéma y la prestigiosa Cahiers du Cinéma, donde se gestó el célebre movimiento cinematográfico y donde conoció a otros grandes del cine francés.
Su comienzo en el cine llegó en 1959 con el largometraje Le signe du lion, al que siguió la serie Seis cuentos morales, compuesta por La panadera de Monceau (1962), La carrera de Suzanne (1963), La coleccionista (1967), Mi noche con Maud (1969), que fue nominada a un Oscar, La rodilla de Clara (1970) y El amor después del mediodía (1972).
Alejado de la gran distribución comercial, su cine estuvo más canalizado a través de circuitos discretos internacionales y él mismo declaró preferir los ciclos -agrupamientos de obras que marcaron su producción- porque le facilitaban la inspiración y también le hacían posible una relación más intensa con el público. Las grandes producciones no eran del gusto del director, quien llegó a declarar: "Si tuviera actores más caros, si emplease más medios técnicos, si tuviese un equipo más pesado, mis filmes serían menos buenos".
ciclos temáticos Entre otros largometrajes, en los años 80 comenzó su segundo conjunto temático, de otras seis cintas, titulado Comedias y proverbios e integrado por La mujer del aviador (1980), La buena boda (1981), Pauline en la playa (1982), Las noches de luna llena (1984), El rayo verde (1986) y El amigo de mi amiga (1987). El último fue el titulado Cuentos de las cuatro estaciones, formada por Cuento de primavera (1990), Cuento de invierno (1991), Cuento de verano (1996) y Cuento de otoño (1998).
En 1994 apareció Les rendez-vous de Paris, película fiel al más puro estilo de la nouvelle vague, filmada en las calles de la capital francesa con cámara de 16 milímetros al hombro y con un equipo de tres personas. En 2001 estrenó La inglesa y el duque, un trabajo de tema histórico con la Revolución Francesa de fondo que está basado en el diario de la aristócrata escocesa Grace Elliott y su relación amorosa con el duque de Orleans. Sus últimos filmes fueron Triple agente (2004), Le canapé rouge (2005) y Romance de Astrea y Celadón (2007), un drama romántico que gira en torno al amor prohibido.
Rohmer recibió, entre otros galardones, el Premio Max Ophuls en 1970, la Concha de Oro de San Sebastián de 1971, Premio Mélies en 1971, el León de Oro de Venecia en 1986, Premio de la Crítica Internacional de 1986 y León de Oro de Venecia en 2001 a toda una carrera.
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