ROMA. A sus 54 años, con casi cuarenta películas en su filmografía y tres décadas después de que el cineasta español Luis Buñuel le hiciera cruzar fronteras con "Ese oscuro objeto de deseo", Ángela Molina sigue pensando que el cine es un arte sin límites, en el que espera "ser útil hasta el final".

Se siente orgullosa de su papel en "Baaria", del italiano Giuseppe Tornatore, donde por primera vez encarnó a una abuela, y está dispuesta a "interpretar a todo tipo de mujeres", en todos sus estados, porque, para la actriz, "es una gozada vivir la vida a través del trabajo", aseguró hoy en una entrevista con Efe.

La madrileña inauguró hoy en el Instituto Cervantes de Roma la muestra "Cine español, una crónica visual", un centenar de imágenes que resumen más de un siglo de cine, desde los orígenes hasta la actualidad, pasando por periodos de "Expansión" (1916-1926), "Esplendor" (1926-1936), "Sombras" (1936-1946), "Recuperación" (1956-1966) y los años de la Transición.

La muestra reúne sonrisas, abrazos, miradas y escenas de los españoles Luis García Berlanga, Fernando Fernán Gómez o Alejandro Amenábar.

Y todo se completa con una selección de veinte carteles de producciones españolas, entre las que figuran "Volver", de Pedro Almodóvar; "Azuloscuroasinegro", de Daniel Sánchez Arévalo o "Raza", dirigida por José Luis Sáenz de Heredia.

Con un fotograma de "Demonios en el jardín", de Manuel Gutiérrez Aragón, el rostro de Ángela Molina se erige en esta retrospectiva, pero la actriz acudió a Roma también en calidad de representante del cine italiano, del que forma parte desde que a los veintidós años participara en "El gran atasco" de Luigi Comencini.

"Desde entonces besé esta tierra y he trabajado mucho en este país. No lo puedo evitar: lo amo", afirma con rotundidad, insistiendo en que el gran interés que hay por lo español en Italia y viceversa "es una realidad que merece ser cuidada y agradecida".

Que "El baile de la victoria", de Fernando Trueba, y "Baaria" no hayan pasado el filtro a la mejor película extranjera para la próxima edición de los Óscar de Hollywood responde a "quinielas políticas", en palabras de la actriz.

"No me fío mucho de todo lo que sucede en esa categoría de cosas, porque las dos son grandes películas, necesarias en la cinematografía y que resistirán en el tiempo", añade.

Angela Molina no duda de que el cine español vive un buen momento, puesto que actualmente hay autores "que producen una amplia temática, con libertad aplicada en declaraciones de intenciones".

"No hay límites, y siento una vitalidad y curiosidad crecientes por el cine que generamos", concluye.