¿Cuándo empiezan a nacer las canciones de este disco?

–Hay de todo. Algunas son antiguas, no entraron en el primer disco, no por cuestiones de calidad sino porque no las veíamos ahí, y otras fueron escritas justo antes de entrar a grabar. Realmente, yo no escribo canciones de manera conceptual para que sea un disco sobre algo. Siempre estoy escribiendo, ahora también lo estoy haciendo. Voy haciendo canciones y, luego, por momentos vitales, elijo las que quiero grabar cuando llega el momento.

¿Y es un autor prolífico? ¿Tiene material donde elegir cuando graba un disco?

–He grabado dos discos y hasta ahora siempre he ido con material de sobra. Ahora tengo unos quince bocetos que todavía no son canciones; tienen melodía y algo de estructura, pero les falta pulir lenguaje, rimas, cadencias, ritmos y demás. Supongo que algún día se me acabarán las ideas, pero, de momento, si tengo algo que decir sobre un tema, me sale sencillo. Si no hay nada que me motive, no.

El disco se titula ‘Retales’, una palabra que literalmente significa “pedazo que sobra”, pero al que usted le ha dado otro significado, ¿no?

–Lo miré en la RAE. Un retal es un trozo sobrante, y por eso el título me generaba dudas porque la gente igual pensaba que eran restos de otros proyectos, y no era el caso. Lo que buscábamos con este título era dar valor a lo que ya existe, no tanto en lo físico sino más en lo emocional. Tengo la sensación de que ahora va todo muy rápido. En la música, por ejemplo, salen los viernes los singles, hay infinidad de material y ya casi nadie se para a escuchar un disco. Con las relaciones pasa lo mismo, las redes sociales hacen que nos conozcamos a medias, ya no es como las relaciones de los barrios o los pueblos. Los retales son cosas que no pasan, sino que se quedan. Son retales de experiencias que quedan, su valor es que tienen vida y experiencia, el tiempo ha pasado sobre ellos. El disco habla mucho de la importancia de cómo nos relacionamos.

El disco lo ha producido Josu Erviti. ¿Cómo ha sido trabajar con él?

–Una maravilla. Josu tiene muchísimo conocimientos de producción y grabación. Su estilo es muy cómodo, con todo cuidado al detalle. Por su manera de ser, te obliga a mejorar sin que tú te des cuenta. Te ves haciendo cosas que pensabas que no podrías, es muy motivador. Tiene un grupo de gente como Eric Deza, que hace producción de guitarras, y Mikel De La Fuente, que me ayudó a cantar de manera diferente.

En el disco se aprecia una mayor apertura estilística. Sigue habiendo una raíz muy rockera, pero algunas canciones apuntan en otras direcciones.

–Yo me pierdo a la hora de denominar estilos. Si me preguntas qué hago, tampoco sé cómo definirlo bien. El primer disco igual era más rock urbano y en este puede haber también cosas de música indie, ritmos diferentes… Hay una canción totalmente diferente a todas, Asomado al precipicio, que es una balada. Hay rocanroles más clásicos como Las mismas cartas o Ceguera. Esas siguen una onda más tipo Los Zigarros, tienen letras más canallas. Mis influencias son amplísimas, desde los Beatles hasta La Polla Records, pasando por Antonio Vega o Calamaro. Hay canciones que no sé qué estilo tienen. Igual una empieza como una balada y de repente le cambias el bajo y va por otro camino. La misma canción, si la haces con una guitarra acústica igual te recuerda a Antonio Vega, y si la haces con toda la banda, a Marea.

A la hora de abrir el abanico de estilos, imagino que habrá sido importante el hecho de que la banda ya esté más rodada, ¿no?

–Claro, es que el primer disco lo hice yo, sin influencias de otros músicos. Lo grabé con músicos de orquesta que eran muy buenos, pero que luego no iban a girar conmigo. Ahora somos una banda, llevo la canción con guitarra y voz y todos proponen cosas: entradas, solos de guitarras, ritmos… Trabajamos en común. Y si mis influencias son muy amplias y de diversos estilos, imagínate si las multiplicas por cinco.

Las letras también son muy variadas: algunas más explícitas, otras más crípticas, algunas tocan temas sociales, otras hablan de relaciones… ¿Cómo las afronta?

–Me importan mucho las letras, es en lo que más me centro: letras y melodías. Me suele gustar ser muy metafórico, que cada uno pueda interpretar lo que quiera. Hay alguna canción, como Las mismas cartas, que se tiene que entender claramente. En otras hay crítica al papel de la Iglesia en la Guerra Civil, hay críticas a la manera en la que nos relacionamos actualmente… Les doy mucha importancia a los textos, la verdad.

El disco ha salido tanto en vinilo como en cedé y lo están presentando con una gira extensa por todo el país, en unos tiempos en los que es complicado salir a tocar. Están apostando fuerte…

–Sí. Cuando hablamos con la banda y propuse lo que quería, necesitaba que ellos también quisieran. Yo no puedo pretender girar dos años, enseñar el disco por toda España, si la banda no está dispuesta. Hemos puesto mucho de nosotros desde la composición, la preproducción, la grabación… Desarrollar semejante trabajo y luego hacer una gira en la que enseñas muy poco a muy poca gente, no tendría sentido. Afortunadamente, la banda ha respondido, las salas han respondido y el público también ha respondido. Ahora nos están empezando a llamar ayuntamientos, promotores y demás. Todo va en la dirección que habíamos planeado, así que encantados. Tenemos un show que funciona muy bien, esperamos estar un año más todavía con esta gira.

El disco salió hace ya unos meses y han ofrecido varios conciertos. ¿Qué reacción están recibiendo por parte del público?

–Desde el primero momento, el disco funcionó muy bien en las plataformas digitales. Te hablo de nuestro nivel, estos números para Izal serían un fracaso. La respuesta de los medios fue buena y la de las salas también, porque, aunque tienes que alquilarlas para tocar, también eligen, tienen muchísimas opciones. Hay gente que ha viajado bastantes kilómetros para vernos, nos llegan muy buenos comentarios… Estamos encantados, la verdad.

En Pamplona, iban a tocar en la sala pequeña de Zentral, pero las entradas se agotaron muy rápidamente y lo han trasladado a la sala grande. ¿Cómo ha sido eso?

–Queríamos empezar la gira fuera y luego tocar en Zentral 2. Cuando sacamos las entradas a la venta, se agotaron en una semana y a falta todavía de tres meses y medio para el concierto. Nos quedamos muy sorprendidos, pero tampoco quisimos dar el salto a una sala más grande, fuimos bastante precavidos. Desde Zentral nos ofrecieron que tocásemos en la grande. Al principio no lo veíamos, pero luego lo hablamos, vimos que cada uno de nosotros tenía bastantes peticiones de gente que se había quedado sin entrada, y finalmente nos lanzamos. Es un salto importante, pero la venta de entradas está yendo bien. Habrá invitados especiales; ya hemos anunciado a Javi Janices (de Cobardes), Alejo, Aarón Romero (de Linaje) y Mikel Miner (de Faneka Brava). Los días anteriores anunciaremos una última sorpresa. Va a ser una noche especial, tenemos un show que funciona muy bien.