MADRID. Ana Pastor, directora de Los Desayunos de TVE, accedió a realizar a Ahmadineyad, presidente de Irán, una entrevista ataviada con un pañuelo, puesto que en Irán el velo o hiyab es de uso obligatorio.

No obstante, a mitad de la entrevista a la periodista se le cayó el pañuelo que cubría su cabeza, algo que no pasó inadvertido para el presidente iraní que le hizo señas de que se le había caído. Sin embargo, Ana Pastor decidió obviar las alusiones de Ahmadineyad y continuó con sus preguntas sin volver a colocárselo.

La periodista de televisión española, Ana Pastor, afirmó hoy que nohubo intención alguna y en ningún momento fue consciente de que se ledeslizó el pañuelo de la cabeza durante su intensa entrevista con elpresidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

En declaraciones a la agencia Efe en Teherán, la presentadoratambién quiso subrayar que, respecto al debate que se ha generado entorno a esa anécdota, su opinión es que el periodista nunca debe ser lanoticia, y menos ante una entrevista con un protagonista de tantocalado.

"Intención no hubo, no fui consciente de que se me había caídoporque estaba muy atenta para poder escuchar las palabras delpresidente", afirmó.

Al hilo de este argumento, Pastor reiteró que a su parecer elincidente y ella misma no deben acaparar la atención, dada "laimportancia del entrevistado, el momento histórico en el que se producela entrevista, y el hecho de que es la segunda vez que Ahmadineyadatiende a la televisión pública española".

Pastor mantuvo este martes una tensa conversación en directo enTeherán con el mandatario iraní, en la que abordó con valentía temasespinosos como la situación en Libia, las protestas en Oriente Medio,el accidente nuclear en Japón y la represión de la oposición en elconvulso Irán.

A media entrevista, y en medio de un intenso intercambio depreguntas, el pañuelo que le cubría la cabeza, obligatorio para todaslas mujeres en Irán, se le deslizó al cuello dejando su cabellera a lavista.

Un gesto sin intención que ha causado estupor en el país y ha levantado las críticas de alguno de los sectores más conservadores