Gaizka Salazar (batería), Mikel Caballero (bajo), Haimar Arejita (guitarra) y Álex Sardui (voz) son el núcleo duro de Gatibu, banda vizcaína que desembarcará mañana en la sala Tótem de Atarrabia. El concierto, para el que contarán también con la presencia sobre el escenario de Arkaitz Ortuzar (guitarra rítmica) y Jorge Pacheco (percusiones), comenzará a partir de las 22.30 horas. El precio de las entradas es 12 euros en taquilla y 10,50 euros anticipada.
Haimar Arejita charló distendidamente sobre la actuación que ofrecerán en Villava y aportó algunas pistas sobre lo que será el próximo trabajo de estudio de la banda, que con toda probabilidad verá la luz en Durango.
-El último disco de Gatibu, 'Zuzenean bizitzeko gogoa', se editó en 2010. ¿El concierto que ofreceréis en Atarrabia continúa, en cierto modo, con la gira de presentación de aquel directo?
-Sí, es la continuación de aquel directo, aunque no es que lo presentemos, ya que tocamos canciones que no están en ese disco. Lo que estamos haciendo es el repertorio clásico de Gatibu, en el que incluimos las tres canciones nuevas (Prest, Behar zaitu y Kalekatue) que incluimos en Zuzenean bizitzeko gogoa. Ya tenemos entre manos más canciones nuevas, pero las estrenaremos una vez que saquemos el nuevo disco, que grabaremos en septiembre con la idea de publicarlo para Durango. Esto tiene que ir así, porque si no, al final, te dan las uvas.
-El álbum en directo se nutrió de tres conciertos en los que presentabais vuestro último trabajo de estudio, 'Laino guztien gainetik, sasi guztien azpitik' (2008), repertorio que, lógicamente, siguió siendo columna vertebral en la gira de Zuzenean bizitzeko gogoa.
-No ha sido como vivir una gira dentro de otra gira... Más bien ha sido una gira diferente, ya que contábamos con dos componentes nuevos, guitarrista y percusionista, que en el DVD no aparecen; y también contábamos con tres canciones inéditas hasta ese momento, canciones que precisamente compusimos para dar un nuevo aliciente a los conciertos, ya que si no habrían sido más directos de canciones viejas, como si lloviera sobre mojado.
-Cuando un grupo edita un directo es porque ya tiene un buen puñado de canciones 'clásicas', pero, al margen de esto, ¿marcó de algún modo un punto de inflexión en vuestra carrera?
-Yo creo que no fue un punto de inflexión. Simplemente se nos planteó una gira con unos conciertos muy potentes, en capitales de provincias y fiestas grandes, y pensamos que era un buen momento para grabar un directo porque, además, el disco nuevo estaba funcionando muy bien, llevando mucha gente a los conciertos. Sí es cierto que nunca sabes cuál es el mejor momento, porque igual el siguiente lo supera... Yo, quizá, igual habría preferido grabarlo ahora, porque creo que tocamos mejor y porque creo que la nueva plantilla de Gatibu suena mejor que antes.
-Con el paso de los años, ¿Gatibu ha demostrado que se puede conseguir un nutrido grupo de seguidores en toda Euskal Herria sin abandonar su euskera vizcaíno?
-Cuando empezamos Álex y yo con el proyecto, decidimos hacerlo de la manera más natural que nos podía salir, y eso significaba que teníamos que cantar como hablábamos. Eso nos creó ciertas dudas sobre cómo iba a reaccionar la gente, sobre todo en Gipuzkoa. Pero en seguida nos dimos cuenta de que a la gente, sin ningún tipo de complejo o prejuicio, le gustó y lo entendieron como una forma de aprender otro dialecto. Por otra parte, en lo que respecta a salir fuera de Euskal Herria, está claro que el euskera es un handicap, y a un tío de Madrid le da igual si estás cantando en batua o en vizcaíno por que no entiende ninguno. En este sentido, sin meterme en política, cantar en un idioma minoritario sigue siendo difícil porque no estamos acostumbrados... Somos muy cómodos, la fonética se hace dura al oído y eso hace que no le demos la oportunidad para que cale en nuestra oreja.
-Apuntando ya al nuevo disco, y teniendo en cuenta que estáis componiendo este año, ¿conseguirá Gatibu hacer un álbum que no hable de la crisis?
-Sí. El disco no habla de la crisis porque es un tema fácil y no hemos recurrido a ello, aunque sí que puede haber alguna pincelada que se refiera a la crisis, pero no directamente. El álbum, en cuanto a sonoridad, seguirá la onda de las tres canciones nuevas pero, a su vez, será variado... Será alegre, con fuerza y energía, y también bailable. No será negativo, ni gris, ni oscuro ni pesimista.