PAMPLONA. ¿Cómo es Nacho, su personaje, en 'Amigos hasta la muerte?

Nacho es un ser que está muy perdido en la vida, es una persona que tiene muy buen corazón y sobretodo tiene una gran actitud hacia lo divertido, hacia lo irresponsable, hacia lo extraño… Es muy amigo de Ángel, de hecho se han criado juntos, aunque el sentido de la lealtad lo tiene un poco torcido, porque de pronto se guía mucho por instintos, aunque no deja de ser una gran persona. No puedo desvelar mucho más porque me estaría cargando parte de la función, pero digamos que es un tipo multidisciplinar con un punto absurdo.

¿Disfruta más el lado cómico que el drama?

La verdad es que sí, siempre es más bonito hacer reír que llorar. Aunque a mi lo que realmente me gusta es interpretar, puedo sentir más afinidad hacia la comedia que hacia el drama, pero cuando tienes un buen texto entre manos, da igual porque en cuanto sales a escena se te olvidan los gustos y estás centrado en lo que tienes que hacer. Si tuviera que ser radical y elegir, me quedaría con la comedia. El sonido de un patio de butacas riéndose es impresionante.

¿Qué fue lo que más le llamó la atención cuando Javier Veiga le propuso el papel?

Primero me alegró mucho porque Javier y yo estudiamos en la misma escuela, él estaba en tercero cuando yo entré en primero, con lo cual es más mayor que yo (risas), entonces me pasó el texto y me lo pasé muy bien, nunca me había pasado eso de estar leyendo un texto y reírme mientras, y eso me animó muchísimo para aceptar el personaje.

¿Cómo compagina los rodajes de 'Gran Hotel' con las obras?

Pues afortunadamente muy bien porque esto es tarde-noche, con lo cual tengo que estar como muy tarde sobre las siete y media en el teatro y hace ya un rato que he terminado de grabar, con lo cual es perfecto, es quitarme el atuendo de marqués y ponerme el atuendo de tarao: de Alfredo de Vergara, pasando por Fele y terminado por Nacho Valdivia.

¿Podrían tener algo en común Nacho y Alfredo ?

La perilla (risas) No tienen nada en común, son personajes, personas y tipos de personas totalmente opuestos. Alfredo es un tipo muy comedido, muy correcto, tiene un alto sentido del honor, está muy preocupado por el qué dirán, es muy responsable de sus actos. Nacho es todo lo contrario, es un irresponsable, un juergas, un tipo supe inconstante, va saltando de una cosa a otra, no acaba de encontrar su camino, es una persona que no sabe qué hacer con su vida, entonces está dando bandazos constantemente por el mundo.

¿Qué nos puede adelantar de 'Gran Hotel'?

Mucho, te podría avanzar todo, pero luego tendría que matarte (risas). Aunque os avanzo que desde el punto de vista de mi personaje, el marqués no va a ser tan pusilánime, va a empezar a sacar las uñas y algún que otro colmillito. Se preparan muchísimas sorpresas…

¿Coincidió en las grabaciones con Juan Luis Galiardo?

Si, grabando tuvimos alguna escena en común, muy pocas pero sí. Sobre todo coincidíamos en camerinos. Ha sido una pérdida grandísima tanto para el oficio como para la serie y la gente en general.

¿Se imagina a Alfredo en el bar de 'Amigos hasta la muerte' y a Nacho en el hotel?

Sería maravilloso, pero más allí que aquí. Aquí Alfredo sería como un pulpo en un garaje, sería algo anacrónico, algo fuera de lugar, fuera de contexto y muy aburrido en este caso. Sin embargo, Nacho en el Gran Hotel sería un escándalo. Se haría con todo el servicio, sobre toda con la parte femenina del servicio, claro. Nacho, siendo como es, no dejaría títere con cabeza (risas).

¿En esta obra de teatro vemos su faceta como cantante, guitarra voz…?

Si, canto una cancioncilla, un temita alegre y agradable. Aunque yo me limito a cantar, el tema venía en el guion, todo viene de la mano de Javier Veiga.