Fecha: viernes, 15 de febrero. Lugar: Black Rose, Burlata. Intérpretes: Brigada Improductiva, formación integrada por Javi, al acordeón y a la voz; Dani, al violín, a las teclas, a las percusiones de mano y a la voz; Álvaro, a la guitarra; Mikel, trombón y voces de apoyo; Iñigo, a la trompeta; Héctor Tuella, al bajo, y Héctor Navarro, a la batería. Incidencias: presentación de ¡¡Manos arriba!!, primer CD de la banda. Hora y ¼ de duración. Asistencia aceptable. Público de distintas edades que se mostró participativo.
BRIGADA. Conjunto organizado de personas que realizan un trabajo o llevan a cabo una labor. IMPRODUCTIVA. Conjunto surgido en Iruñea en 2007 con un fin, sacar adelante una actividad musical creando un sonido propio dentro del rock ska: he aquí cómo podrían definir futuras enciclopedias a la banda que nos ocupa, multiformación que recientemente presentó en Black Rose su primer CD. Denotando vitalidad y sobresaliente acopio de determinación y de instrumentos musicales (hasta ¡nueve! llegan a sonar en sus directos), perfectamente respaldados por su público, el ska sobre el que pivota el repertorio de la presente brigada musicofestiva se materializó a ritmos de ska-core -por momentos- de manos de Adiós, tema de su ópera prima, al que siguieron Oro negro, de sonido más característico, hablando de lo que hablamos, y, protagonizando una suerte de increscendo llamado a ser una de las tónicas de la velada, Carta a SSMM, hit recuperado de la seminal maqueta editada años atrás por el septeto. Con el ska, tal y como hemos indicado, ejerciendo de leitmotiv o hilo conductor de cuantas canciones sonaron; mostrando los músicos con abierta naturalidad sus influencias (Betagarri, Ska-P, The Pogues) y gustos musicales, a continuación sonaron temas como Sin bandera, Aquel lugar (por lindes próximas al folk) o Nuestra voz, con vetas de ¡hip hop! incluso, quedando definitivamente catapultada la noche hacia su conclusión, de forma impecable, con una tríada de potenciales éxitos que no dejó indiferente a nadie: Yo soy real, hit real ingeniosamente plasmado en escena, elefante incluido de fondo corriendo a la realeza; Ska-Fermín, recuperado de la imprescindible maqueta previa, y Eres la kaña, inmejorable broche final, llamado a cerrar por mucho tiempo sus conciertos.
Brigada Improductiva puso de manifiesto lo siguiente con su actuación, que Nafarroa sigue siendo terreno abonado para el nacimiento de grupos de orientación skatalítika; no necesariamente de ska pero lo dicho, tradición iniciada en los años ochenta por bandas como Tijuana in Blue o los ragueses a reivindicar Virus de Rebelión, continuada la década siguiente de manos del hacer de los olvidados PetaZetas y, principalmente, Skalariak, y llevada actualmente al mejor de los puertos por Vendetta.
Brigada Improductiva, una banda con todos los boletos para triunfar si logran lo más difícil en casos como el suyo: permanecer unidos, siendo su número de integrantes el que es y, con la vida en ciernes de fondo y contando con las edades con que cuentan, teniendo en lontananza todos ellos, se supone, variados intereses. Bueno, y dicho lo dicho, triunfar? Entendiendo que pese a que haya matices mejorables, exhibir el nivel que actualmente exhibe el grupo en sus directos ya lo es. Mostrar la talla exhibida por una brigada que, mereciendo ser calificada de productiva más que de lo contrario (a tenor de la producción de canciones y sensaciones esgrimidas), contribuyó con su actuación a dar una nueva y colorista mano de pintura (musical) a Black Rose, local especialmente tintado en los últimos tiempos por todo tipo de tonalidades sonoras, más que por las eminentemente rockeras: cosa del exitoso paso por su escenario, por citar algunas, de bandas tan sugerentes como Akaskarla, Trikiteens o Funkideak. Así pues, nuestros mejores deseos para los Brigada. Suerte, y a triunfar.