bilbao. Se trasladó a Bilbao para presentar, como anticipo de la exposición, una de sus esculturas de gran formato, Intxixu, de la serie Cosmogónica, que se ha instalado en plena Gran Vía bilbaina, al lado de la sede de Kutxabank, entidad patrocinadora de su exposición. La obra, que representa a un ser mitológico vasco que habita en las cuevas, forma parte de las 18 esculturas realizadas inspiradas en deidades y personajes de la mitología vasca que el creador ha recreado en madera de roble y bronce, y que en 2008 decidió donar al Bellas Artes de Bilbao. La serie, uno de sus trabajos fundamentales, es, además, uno de los conjuntos más reconocidos de la escultura vasca de la segunda mitad del siglo XX. "Me di cuenta de que entre nosotros no se recordaba la mitología vasca. Son creencias de hace siglos de nuestros antepasados, que las vivían muy verídicamente por lo que hay que recordarlas. Quise hacer una recopilación y que cada deidad tuviera su escultura, su valor escultórico", explica.

"como en casa" Sin duda, fue un gran día para Basterretxea. Rodeado de amigos y familiares, entre los que se encontraban también el director del museo bilbaíno, Javier Viar, y el director de BBK Fundazioa, Gorka Martínez, explicaba que había ido a ver la exposición y que se había quedado "asombrado de cómo está puesta, entendida, porque las obras de arte hay que entenderlas, establecer un diálogo con ellas. No sé qué decir, estoy emocionado. Además, el director del museo ha dedicado el catálogo de la exposición a mi hijo que murió hace un año", explicaba conmovido.

El creador vizcaíno recordó su intensa relación con el museo bilbaíno, al que "hice un gran regalo. Tengo cinco hijos y como no quería dividir la serie Cosmogónica y dejarles dos obras a cada uno, decidí donarlos al mejor museo que hay. Mis hijos me dijeron que sí, y creo que fue un acierto". Un museo en el que, según ha confesado siempre, se encuentra cómodo, como en su casa. Allí se exhibió la serie por primera vez en 1973, cuando todavía no estaba completa. "El Bellas Artes es una pinacoteca instalada en el pueblo y que ha adquirido un nivel extraordinario y actualmente será una de las mejores del Estado. Como vasco, me siento muy orgulloso de esta pinacoteca, en la que ya tengo obra. En ningún lugar dejaría más orgulloso estas esculturas, que guardaba en mi caserío de Hondarribia", aseguró cuando hizo la donación.

Exposición Fruto de esta mutua admiración, ha nacido el proyecto de la celebración de esta gran antológica que el museo bilbaíno dedicará al creador bermeotarra. Comisariada por Peio Aguirre, Nestor Basterretxea. Forma y universo se concibe como un repaso de su experiencia vital y de su creación artística. Con cerca de 200 obras, la muestra recorrerá la trayectoria creativa de Basterretxea desde sus comienzos en la pintura hasta su irrupción en la escultura, pero sin olvidar las incursiones en el cine, el diseño industrial, gráfico y de mobiliario, los proyectos no realizados de arquitectura y urbanismo, la fotografía, el cartelismo o la escritura.

Nestor Basterretxea, que tuvo que exiliarse desde el año 1936 a Francia y más tarde a Argentina con motivo de la Guerra Civil, inició su carrera profesional en el extranjero, en el terreno del dibujo publicitario. En 1952 volvió y fundó dos grupos artísticos: El Equipo 57, junto a Juan Cuenca, Ibarrola y Oteiza, entre otros; y el grupo Gaur, en 1966 junto a Eduardo Chillida, Oteiza, Zumeta y Sistiaga.

Su trayectoria artística ha estado fuertemente ligada a la escultura, de entre cuyas obras destacan las series Estelas y Cosmogónica Vasca. "Un día al dibujar me di cuenta de que la línea rompe el plano y decidí hacer físicamente eso, cogí una hojalata y corté. Y ahí nació para mí la escultura. Jorge tenía 15 años más que yo y ya era Oteiza. A él le gustó", explicó Basterretxea en una entrevista reciente a este periódico.

La amistad con Oteiza le ha acompañado toda su vida. Incluso la casa donde vive actualmente, en su caserío en Hondarribia, se la buscó para él "para que Jorge se quedara en Gipuzkoa, pero prefirió irse a Iruñea". Al final, se la quedó Basterretxea y en ella ha creado algunas de las obras más significativas de la escultura de la mitad del siglo XX. Como las que se pueden ver en esta retrospectiva hasta el próximo 19 de mayo.