-Tras escuchar las 15 canciones del álbum, ¿se le ha quedado a Memo algo o alguien contra lo que arremeter?
-Iñigo: Necesitaríamos un disco de 45 canciones para poder abarcar a todo el mundo... Por otra parte, siempre repites temática con discos anteriores, ya que, tristemente, historias como la Policía, Iglesia o política no se solucionan tan fácilmente.
-Mikel: Sí que en este disco se ve desde lo más serio hasta los toques de humor.
-Iñigo: Yo creo que está enfocado más a la gente que a los culpables de la situación que vivimos, ataca la pasividad de las personas y busca su reacción.
-En pocas ocasiones se han buscado apellidos tan filosóficos y certeros a la palabra libertad en el título de un disco...
-Iñigo: Libre, responsable y sin excusas es una frase de Jean Paul Sartre. Hace referencia a que el ser humano es libre, desde el momento en que nace, para hacer lo quiere, pero también es responsable de sus actos, sobre los que, una vez hechos, no caben excusas. Es el resumen del contenido del disco, en el sentido de que aquí todos tiran la piedra al tejado del vecino pero nadie carga con su responsabilidad. Yo creo que la gente de a pie somos los que más responsabilidad tenemos de todo; es muy bonito cargar con la responsabilidad a otros cuando tú también estás dejando que todo esto ocurra.
-¿El punk rock sería la banda sonora perfecta para la filosofía de Sartre?
-Iñigo: Sí. Fue un tío que estuvo muy unido con el marxismo, primero, y luego fue súper crítico. Le dio vueltas a todo y pensaba que el ser humano debía rebelarse aparcando la cobardía.
-Mikel: No se acomodó a las filosofías muy apuestas, de liar a la gente, siendo crítico consigo mismo.
-Iñigo: De hecho, le dieron el premio Nobel y no fue a recogerlo.
-Marcados a fuego desde los inicios de vuestra trayectoria como grupo por el punk rock, ¿este disco es el que más ha centrado vuestra propia manera de ejecutarlo?
-Mikel: Siempre nos hemos movido en la línea del punk rock, con un abanico más o menos abierto. Para mí, lo más importante es que sigue siendo Memo, aunque la gente quizá se quedó más marcada por el anterior, La alegría de molestar.
-El compacto vio la luz el pasado año, con lo que las primeras presentaciones ya han tenido lugar. En este momento, y teniendo en cuenta que ejercéis de grupo invitado, ¿qué vuelta le habéis dado al repertorio?
-Mikel: El repertorio ha tenido como dos fases, la de las presentaciones, en las que tocábamos casi todas las del nuevo disco, y la de ahora, que no está tan centrada en el último álbum.
-Iñigo: Depende, principalmente, del tiempo que tengamos, porque hemos llegado a hacer bolos de dos horas y media y otros mucho más cortos, con siete u ocho del nuevo y lo demás greatest hits (risas).