pamplona. Asegura que nunca pensó en abandonar, que solo se le hizo duro el último tramo y que no entiende las acusaciones de egoísmo de algunos compañeros y de parte de la audiencia.
¿Qué ha sido más difícil: ganar o mantenerlo en secreto?
Lo segundo, querer decir a los tuyos que has ganado. Al principio me costó mucho, pero después ya dejaron de preguntar.
¿Este año fue su primer casting
Sí, el primero.
¿Cómo se le ocurrió presentarse?
Pues porque el año pasado se presentó Zikito, un amigo de Arizkun; y viendo el programa me gustó y pensé ir. Me presenté, tuve la suerte de que me cogieran y pa' dentro.
Cuando echó el primer vistazo a sus rivales, ¿se vio con posibilidades?
En el aeropuerto vi solo a los chicos y pensé que habría que sudar mucho para llegar lejos. No pensaba ni por el forro llegar hasta donde he llegado.
Desde fuera parece que ha sudado menos de lo que esperaba, salvo por el calor en la selva de Misiones...
Hummm... he tenido que pelear, aguantar y sudar. Son muchos días allá sin la familia, te vienes abajo; lo que pasa es que ha habido suerte de tener personas en las que me podía apoyar y se lleva más fácil, pero no ha sido un camino de rosas.
¿Quién de los 27 le pareció que le iba a dar más guerra?
Goku y Jauregi.
De las tres fases que ha tenido el programa -Piedra Parada, la Patagonia andina y la selva de Misiones-, ¿en cuál lo ha pasado peor?
En la última. Al quitarnos toda la comida estuvimos seis o siete días sin comer ni una miga de pan y bufff... Los últimos días no podía ni levantarme del suelo, estaba todo mareado, con la piel acartonada, medio deshidratado. Gracias a que nos dieron la cena de la víspera de la final porque si no, no hubiera podido ni pasar el río a nado.
¡Pues no se le notaba nada!
La llegada de las cartas de la familia fue una inyección de adrenalina.
Usted no es de los que más hambre ha pasado. Su equipo estuvo mucho en el campamento rico y usted ganó premios alimenticios...
Reconozco que hasta Iguazú estuve muy bien, pero de ahí en adelante no había nada para comer y me pasó factura.
¿Desde que Iantzi se puso en plan aduanero feroz?
Eso es, desde la confiscación.
¿La falta de comida le afectó más que el frío, el calor, los insectos...? Aunque a usted no le picaban.
Pues no, se ve que soy de piel dura. El frío con buena ropa no se nota y el calor, teniendo cerca el agua no importa.
Es verdad, usted pasó a remojo bastantes días...
Claro, eso es (se ríe).
¿Alguna vez pensó en abandonar la competición?
No, nuestra situación no fue como la de Jauregi o Armada, con el hambre y las penurias que pasaron. Nosotros (los Cóndores) hemos tenido el camino más fácil. Con comida y en el campamento rico se aguanta mejor.
¿El sentimiento cóndor es auténtico en su caso o lo suyo es el sentimiento sentimiento cóndorsentimientoOskar
Yo nunca dejé al equipo atrás y hasta que no llegó la unificación intenté aportar como el que más, sin escurrir el bulto. Cuando pasamos a la otra fase, yo estaba de acuerdo con ellos en las nominaciones, era del equipo. Teníamos ventaja sobre los demás y nominando una y otra vez a los rojos fuimos tirando para delante. No fui en contra del equipo en ningún momento.
Pero siempre tuvo presente que es una competición individual y que los siete no podían ganar...
Eso es. Yo tenía ganas de llegar a la unificación, soy muy competitivo y echaba de menos ese pique individual pero siempre apoyándonos en el equipo, teníamos la sartén por el mango y había que aprovechar.
¿Entiende las acusaciones de egoísmo que le han llegado?
Ni las comparto ni las entiendo y los primeros días te rayas un poco.
¿En otro equipo y con otro capitán hubiera ganado o ha dependido mucho de ellos?
Sí, sí; he tenido mucha suerte con el equipo y con Juanito. En todo.
Cuando entró, ¿quería ese capitán?
Quería con Korta, tenía ganas de conocerle. Pero no estoy descontento con Juanito, creo que hasta mejor.
¿Los Cóndores se sintieron perjudicados por alguna decisión de la organización?
En la prueba de la campanilla, no sé, no sé. Nos tocó la pequeña, luego se la llevaron y le pusieron pegamento en el badajo...
¿No será que Juanito está un poco sordo?
(se ríe) Hombre, yo creo que con la grande tampoco habría oído pero fue un poco cantoso.
¿Cuál le ha parecido el Juego de Inmunidad más duro?
Igual el que hubo que tirarse al río y subir por la escala, sobre todo por lo fría que estaba el agua, te hundía y te pegabas con las piedras en las rodillas.
Muchos espectadores no se creen que aprendió a nadar un mes antes de ir a la Patagonia. ¿Es verdad o se está quedando
Es cierto, un mes antes de ir a El conquistador aprendí a nadar. Me apunté a un cursillo, pero empezaba justo cuando tenía que irme y no me daba tiempo así que miré en Internet principios básicos de respiración. Nadar sí que nadaba, pero a lo perro y de malas maneras.
¿Aprendió a nadar por Internet en un mes en la piscina del pueblo?
En la del polideportivo de Estella, iba todos los días a la mañana y a la tarde y por constancia y cabezonería pues algo aprendí.
Tendría un monitor...
No. Iba con mi primo, que tampoco sabía.
Cuando ya solo quedaban los cinco finalistas, ¿tuvo claro que iba a llevarse la ikurriña?
No, después de ver cómo era la prueba le daba como ganador a Iñaki y si hubiera visto a Karen en las lianas, la hubiera tenido muy en cuenta.
¿Cuándo se empezó a ver ganador?
En el último momento, cuando acabé la tirolina antes que Iñaki.
Al llegar a Zubielki, ¿qué es lo primero que hizo?
Comer y comer y más comer. Cené un conejo entero con patatas panadera por debajo, luego abrí una lata de sardinas y otra de atún y me fui a la cama con un trozo de pan y otro de queso para dejarlo en la mesilla por si tenía hambre por la noche.
A este programa uno no se presenta por dinero...
Yo creo que si la gente tuviera que pagar, se seguiría presentando igual. En mi caso por lo menos sí.