tudela. ¿Cómo fue rodar una película sobre ETA en los años 80, que se han llamado los 'años de plomo' por la cantidad de asesinatos que hubo?
Rodar Ander eta Yul fue un poco complicado. Cuando buscaba exteriores no tuve ningún problema en tener permisos para localizar comisarías, cárceles, calabozos.., pero curiosamente no tuve permisos para que se vieran enseñas policiales. No pude usar ningún vehículo policial. La recepción de la película por parte del poder, gobernaba el PSOE, no fue clara y tuve también problemas con cierta parte de la gente de San Sebastián, donde se rodó, porque nos llamaban españolistas y nos quitaban unas pintadas que teníamos que hacer para la película. La historia habla de la campaña que hizo ETA contra los camellos y decían que en esos años ya estaba obsoleta, por lo que ponían en cuestión la película. Me consta que después de la película siguieron matando a traficantes de droga.
Que no gustara ni a unos ni a otros es también una señal de garantía y de que algo se hizo bien...
Yo creo que sí. Estoy absolutamente satisfecha de que no gustara a nadie y más con lo que pasaba. Me acuerdo que unos manifestantes en mi película gritaban "PSOE-GAL berdin da" (PSOE-GAL lo mismo da). Eran tiempos complejos y eso le ha dado una visión no maniquea de buenos y malos. Se investigó mucho, se hicieron varias versiones de guión y se fueron limando todas las tramas. Tenía la participación de RTVE, pero no sé si la han puesto una vez.
Los tiempos han cambiado mucho pero ¿se sigue viendo mal socialmente que se aborde el tema ETA en una película?
Las películas que aborden ese tema en diferentes períodos están aún por hacer. Aún se tienen que contar muchas historias porque el terrorismo de ETA ha sido de las cosas más trágicas de los últimos años. Hay cierta prevención por parte de los productores porque no es un tema de agrado. Lograron sembrar el miedo en la población y hay ciertas prevenciones entre los productores que piensan que no interesa o que no va a ir la gente al cine. Hay prevención tanto a nivel comercial como a nivel temático.
Eran años de muchos asesinatos pero también una época muy dura en Rentería y San Sebastián, donde se centra la historia, por la droga.
Yo había estudiado en México antes de que el PSOE ganara las elecciones y volví a una España con la reconversión industrial a tope. Todo el País Vasco era oscuro, sin horizonte ni esperanza. La heroína había hecho estragos y no había perspectivas. Estaba la Transición ya instalada pero no se veía ninguna luz. Ángel Amigo me preguntó de qué quería hablar en la película y dije 'del terrorismo de ETA y de la droga'.
Eran las dos esclavitudes de la juventud?
Si. Eran dos cosas que cercenaban mucho a la juventud. O eres o no eres. O estás en la droga hasta dentro o no estás. O eres nacionalista o no lo eres. Todo el rato te hacían posicionarte con estos temas. ¿Quién no tenía un amigo que no se hubiera drogado o estuviera en ello? o ¿quien no tenía un amigo que conocía a alguien de ETA? La sociedad estaba dividida y desesperanzada.
Los dos mundos lastraban a la sociedad?
Por lo arrasada que estaba la juventud con la droga a algún teórico de ETA se le debió ocurrir regular este tema sustituyendo al Estado aplicando la pena de muerte, que es lo que sabían hacer ellos muy bien. La aplicaban a camellos porque se creían parte del poder. No fue una campaña muy larga pero lo hicieron. La militancia en un grupo terrorista dividía las amistades y rompía relaciones.
¿Qué supuso el Goya, una losa o un espaldarazo?
Me acuerdo que me dijo el productor: 'del premio te acordarás dentro de 20 años'. Los Goya han ido teniendo más peso y es un buen espaldarazo para las películas. De hecho se han acordado en Tudela para el Ópera Prima. Han ido creciendo en prestigio y ahora es un apoyo y un señuelo para volver a verla.
Planteada hoy en día 'Ander eta Yul', ¿abordaría la excarcelación de algún terrorista y su vuelta a la vida civil?
Tengo muchas historias empezadas que giran en torno a ETA y una visión que me interesa mucho es las madres de etarras, el entorno familiar de los verdugos, cómo se vive que sea asesino y aplique la pena de muerte? Pero el cine está en una época de transición y encontrar productor es difícil. La gente necesita y quiere ver historias que reflejen ese problema y pasar página.
Ha dicho en varias ocasiones que no entiende un cine que no sea comprometido.
Siempre que quiero hacer una historia es un proyecto largo; porque tiene que ser así. Siempre ha de ser una historia que pienses que no puedes contar otra, el compromiso no es hablar siempre de un tema de actualidad sino el compromiso es mío con la historia.
'Ander eta Yul', 'Galíndez', 'La mafia en La Habana'? Sus películas tienen mucho trabajo de investigación detrás, ¿hay cierto nexo con el periodismo?
Casi siempre se parte de una mínima historia, muchas veces el señuelo ha sido la prensa. Lees una noticia, pero hay que alimentarla no solo con las tramas que te imaginas sino que hay que alimentarla con la realidad y cómo trabajas la realidad para que se convierta en interesante para el público como construcción dramática. Antes de escribir el guión lleva un trabajo intenso de investigación de los personajes, de la música que le gusta, por qué bares va, aunque luego no salga nada de eso.
Recibió un homenaje en San Sebastián en 2012, ahora Tudela? ¿Es reconfortante recibir los reconocimientos o da cierto vértigo?
Es reconfortante pero yo acabo de empezar, ¡quiero hacer muchas más películas! Por una parte está bien pero, por otra, parece que te dicen 'vete a otro lado que vienen los nuevos'. Pero sí, agradan y el de Tudela un montón, sobre todo por mi madre, siempre me decía, 'hay un festival de cine en tu pueblo y ¿no vas?' pero si, por fin ya voy.
¿Qué tal va el nuevo proyecto de guión con Manuel Hidalgo?
Va muy bien. Está encaminado y estoy muy contenta., estamos en fase de preproducción.
Ha hablado antes de que vivimos una "época de transición" en el cine, ¿hacia dónde va o hacia dónde debería ir?
No sé hacia dónde va. Se están haciendo muchas películas de bajo y mediano presupuesto. Las ventanas están en crisis, aparte del día del cine que llena las salas. Los jóvenes ven varias pantallas a la vez, el móvil, el ordenador... Para un joven es más fácil hablar de series que de películas y las series son para una ventana más pequeña. Por un lado, la crisis de ventanas y, por otro, la crisis de producción en España. Suiza no tiene una cinematografía muy conocida y tiene una renta per capita muy alta. Francia si tiene esa cinematografía y una renta menor. Quiero decir que es cuestión de voluntad porque se necesitan medios muy potentes para competir con Estados Unidos. El futuro es que se apruebe la ley de mecenazgo, que sean empresas privadas y que tengan desgravaciones fiscales. Abrir el esquema de producción en España porque éramos un país muy potente, los segundos de Europa y los quintos del mundo. Se conoce nuestro cine y somos buenos en ello. Hay que cambiar las líneas de trabajo para poder salir del agujero.
¿Se siente especialmente satisfecha de alguno de sus trabajos?, ¿alguno es redondo?
Nada es redondo. Yo me quedó con secuencias de mis películas y de todas tengo alguna que me gusta muchísimo. No puedo decir una, porque es cierto que no la tengo. Todas son parte de mi vida y tienen mucho trabajo. Entera, ninguna es perfecta.