san adrián. Totó toca en casa, en la Luyber de San Adrián, con las canciones de A solas con mis cosas
A solas con mis cosas... nunca me encuentro a salvo, ese es realmente el título del disco.
Y no lo hace solo, sino perfectamente acompañado por La Sopa Boba.
La Sopa Boba son unos cuantos bobos, con cariño, que me acompañan en directo. Son la gente que normalmente me paga por tocar conmigo (risas).
Este formato, ¿tendrá continuidad?
No sé cuánto tiempo aguantarán sin cobrar, pero en ello estamos.
¿Qué significa para Totó tocar en su pueblo?
Cuando toco en mi pueblo, cada vez que enchufo la guitarra, surge una muy buena comunicación. Me siento muy a gusto; no tengo el problema de otros aristas porque a mí la gente de San Adrián, musicalmente, me entiende y se identifica conmigo. Ahora, con 56 años que tengo, solo busco que no me falte una idea para seguir componiendo y subir al escenario.
Precisamente, ¿qué le da en estos momentos el escenario a Totó?
Sobre todo encontrarme a gusto, que yo pueda cantar tal y como soy yo. Necesito expresar mis melodías, así que, si tengo un instrumento, por muy bonito que sea, que no me permite esa expresión, no lo utilizo. Necesito que todo lo que me rodea vaya acorde con lo que yo hago.
Abrazado a esa madurez, ¿qué ha cambiado en Totó a la hora de componer?
Ahora es distinto. Cuando empecé con El gusto es mío, las letras que escribía eran como muy oscuras, y es posible que gustaran más... Pero yo me encuentro más a gusto ahora, soy más libre y me cuesta menos comunicarme con la gente.
¿Y qué relación mantiene con la música que facturan las nuevas generaciones?
Hoy en día hay muchas cosas que me gustan, algo que en otras épocas me costaba bastante más. Yo era de los clásicos, de los grupos que siempre nos habían gustado, pero, como digo, de un tiempo a esta parte he encontrado nuevas propuestas que me gustan.
Supongo que durante el concierto será inevitable un recuerdo al maestro Reverendo.
Claro. Si hay dos personas que han marcado mi vida en la música han sido Mario Camacho y el maestro Reverendo. Y los dos, por desgracia, ya no están aquí. Mario me influyó muchísimo en El gusto es mío y, posteriormente, conocí al maestro Reverendo, una persona diferente que lo ha vivido y que se bebió y comió la vida a mordiscos.
A solas con mis cosas vio la luz en 2011, ¿se avecina nuevo disco de Totó.A solas con mis cosas
Ya tenemos canciones y, de hecho, hoy (por el sábado) haremos un tema nuevo.
Con una dilatada carrera a sus espaldas, cuándo mira al retrovisor, ¿qué valoración hace?
Pues que me lo he pasado muy bien, he conocido mucha gente y que sigo estando ligado al mundo de la música; de hecho, esto es para siempre.
Parapetado tras las mesas y los equipos de sonido, Totó ha sido, y es, uno de los pilares del Certamen de San Adrián. Visto desde dentro, pero también desde tu experiencia, ¿qué papel y qué importancia le concedería al festival?
Creo que el certamen no está en el sitio que se merece, pero tampoco sabría decir el porqué. Este es un festival que ha tenido sus defectos y muchas virtudes pero creo que ahora está en el momento de que se le coloque en el sitio que merece. Yo he sido un trabajador del certamen y, aunque mucha gente pueda pensar otra cosa, no he pasado de ahí. Pero, repito, creo que ahora es el momento de tirar hacia arriba y que todas las zonas oscuras que haya podido haber entre el Ayuntamiento y la gente que organiza el certamen se disipen; esa es una situación que no puede durar siempre.