NUEVA YORK. Philip Seymour Hoffman, ganador del Oscar por Capote y uno de los actores más prestigiosos del cine estadounidense, fue hallado ayer muerto en un apartamento de Nueva York a los 46 años, víctima aparentemente de una sobredosis. El cadáver fue encontrado en el baño de la vivienda con una aguja aún colgando del brazo, según aseguraron fuentes policiales al diario New York Post, que señaló que los investigadores encontraron heroína en la estancia. Hoffman había admitido en el pasado numerosos problemas con las drogas durante varias fases de su vida, hábitos en los que recayó el pasado año, cuando ingresó durante diez días en una clínica de desintoxicación.

Según aseguró él mismo al portal TMZ, había comenzado un año antes a tomar pastillas y había terminado esnifando heroína. El guionista David Katz fue quien encontró ayer el cuerpo sin vida de Hoffman en su domicilio en el barrio neoyorquino de Greenwich Village y quien alertó a los servicios de emergencia poco antes del mediodía hora local (17.00 GMT), según señalaron fuentes policiales al diario The Wall Street Journal. Otros medios, sin embargo, señalaron que el piso en el que apareció el cadáver no era la vivienda habitual de Hoffman, sino un apartamento cercano.

El Departamento de Policía de Nueva York todavía investiga las circunstancias de la muerte, que aún no se hicieron oficiales. Mientras tanto, cientos de admiradores se congregaron ayer junto al edificio de la calle Bethune en el que falleció el intérprete, uno de los actores más prestigiosos de su generación. Hoffman logró su mayor éxito en 2005 dando vida al escritor Truman Capote, un papel que le valió un Oscar, el Globo de Oro y varios premios de la crítica, entre ellos el Nacional de Estados Unidos y de los Festivales de Toronto y Los Ángeles.

Sin embargo, si por algo será recordado Hoffman es por sus inolvidables apariciones como secundario en muchas de las películas más influyentes del cine independiente de las últimas décadas. Desde Boogie Nights (1997) a El gran Lebowski (1998), pasando por Magnolia (1999) o Happiness (1998), Hoffman fue uno de los rostros fundamentales del cine estadounidense más arriesgado.

talento El talento de Hoffman fue apreciado rápidamente por Hollywood, lo que le llevó a películas taquilleras como Misión Imposible III y más recientemente en la primera entrega de Los juegos del hambre. Otras dos películas de la serie con su participación tienen previsto su estreno para este año y el próximo. Además de su Oscar como protagonista de Capote, el actor fue tres veces candidato como secundario por La guerra de Charlie Wilson (2007); La duda (2008) y The master (2012).

Hoffman debutó en la dirección fílmica con Jack goes boating (2010) y fue también un habitual de los escenarios alternativos al Broadway oficial. Intervino , entre otras, en Los últimos días de Judas Iscariote, la exitosa El verdadero Oeste, La gaviota, El mercader de Venecia o, en 2012, La muerte de un viajante. Además, era director artístico junto con John Ortiz de la Labyrinth Theatre Company neoyorquina, donde conoció a su pareja, la diseñadora de vestuario Mimi O'Donnell, con quien tuvo tres hijos. Nacido el 23 de julio de 1967 en Rochester (Nueva York), Hoffman era hijo de un ejecutivo de la empresa de soluciones informáticas Xerox y de una juez y hermano del guionista de cine Gordy Hoffman.