Carlos Aurtenetxe reivindica la revocación del cielo con más de 750 poemas
El escritor vasco presentó ayer en Civican su nuevo libro, ‘La locura del cielo’
pamplona - Dos volúmenes y más de 750 poemas componen La locura del cielo, el nuevo trabajo de Carlos Aurtenetxe en el que el escritor donostiarra, una vez más, refleja sus preocupaciones a cerca de la vida, sus miedos y su verdad. A través de este poemario, escrito durante dos años y que se presentó ayer en Civican de Pamplona, Aurtenetxe reivindica “la revocación del cielo”, mediante una mirada tan “atípica y sincera” como la suya. “Este trabajo de transformación en conciencia poética de todos mis sentimientos se ha plasmado en una obra muy agotadora y extremadamente crítica con el mundo y el estado en el que se encuentra”, confiesa el escritor.
Carlos Aurtenetxe confiesa sentirse “asombrado” por la cantidad de poemas que ha escrito en estos dos años, todos bajo el mismo leit motiv, la locura del cielo, que da nombre a su nuevo poemario. Como característica prácticamente habitual en su trabajo, estos poemas recogen unas ideas duras, en las que el autor siempre intenta mostrar su verdad. “Por suerte, me he liberado de todo miedo y abordo esta temática de una forma absolutamente libre, lo que me permite decir toda la verdad, o mi verdad, al menos”, subraya Aurtenetxe, quien afirma que cree que “verdaderamente el mundo está loco”. “Nos hemos creado la idea de un cielo que es una barbaridad y que rige la mayor parte de nuestros actos”, añade.
poemas para mejorar el mundo Según expresa el escritor e ingeniero, es “casi imposible enterrar el deseo de que estos poemas sirvan como un intento por mejorar el mundo en el que vivimos hoy en día”, aunque admite que “con la intención no es suficiente”. “Lo malo es ponerse a pensar cómo mejorar este mundo y no encontrar respuesta, porque no es nada sencillo -señala-. Puede parecer que el mundo es así por el propio azar, porque la realidad se tiñe siempre de muchos pretextos, pero nada más lejos de la realidad, puesto que hay mucha intencionalidad perversa o interesada en que sea así”.
Para Aurtenetxe, que confiesa que sigue escribiendo sobre el mismo tema, estos poemas van más allá de la utilidad, ya que considera que “no están escritos con el propósito de ofrecer ningún servicio”. En este sentido, explica que “aunque sí hay un trasfondo que puede resultar útil para todo aquel que lea estos poemas, no hay que pensar en esto a corto plazo porque entonces no obtendremos ningún beneficio”.
Pese a que su reflexión se haya materializado en más de 750 poemas, el escritor cuenta que esta locura del cielo “no se resuelve”, por mucho que se indague en ella. “No se puede pretender que con un gesto de la mano se resuelva la locura del cielo; precisamente, he llegado a la conclusión de que es irresoluble”, admite Aurtenetxe, autor de otros poemarios como Los cormoranes (2002), aunque señala que “sí se pueden hacer cambios en nuestro mundo, en nuestra pequeña vida o en nuestra pequeña dimensión”.
mirada crítica Una de las conclusiones a las que ha llegado es que “la locura del cielo es también la locura de la tierra, del hombre y de todo tipo de ser” y manifiesta que “aunque no se pueda combatir contra esto, la reivindicación de una mirada crítica hacia todo siempre tiene que existir, más teniendo en cuenta la calaña de la que está formada el mundo”.
El escritor de La locura del cielo, que dice sentirse “agredido” cada vez que mira a los lados por su “visión crítica de la vida”, mantuvo una relación muy íntima, “casi fraternal”, con el escultor navarro Jorge Oteiza, de quien dice que “siempre le fascinaron” los poemas que escribía. “Se entusiasmaba con todo lo que yo hacía, pero esto era así por la relación que manteníamos, que para mí era como un pequeño regalo de la vida”, cuenta, por lo que está seguro que esta última publicación también le habría “emocionado” a Oteiza.