El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, inauguró ayer la primera exposición retrospectiva que se realiza sobre el castillo de Amaiur, su significado histórico, los trabajos arqueológicos realizados y la obra artística que ha inspirado esta fortaleza. La muestra, que alberga el Palacio del Condestable bajo el título Amaiur azken gaztelua-El último castillo, está comisariada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y promovida por el Ayuntamiento de Pamplona con el apoyo del pueblo de Amaiur. El título de la exposición alude al sentimiento de los navarros sitiados en el castillo en 1522 y a lo expresado en algunas de sus cartas.

Entre los objetivos que persigue la muestra se encuentran acercar al público periodos de la historia de Navarra poco conocidos como la Edad Media o la conquista del reino; poner en valor el patrimonio arqueológico del yacimiento; fomentar el espíritu crítico del espectador ante los hechos históricos; remarcar la importancia de los castillos navarros como un valor a proteger; y reconocer las aportaciones de las generaciones anteriores y de los investigadores que se han ocupado de estudiarlas.

Los contenidos de la exposición, que recorre los orígenes de la fortaleza y su evolución, incluyen materiales sobre el monolito colocado en el solar en 1922 y aúna desde objetos de distintas épocas relacionados con el castillo a obras artísticas inspiradas en el edificio. La muestra se concibe en tres áreas que se repartirán asimismo por diferentes espacios del Palacio del Condestable: el área de la memoria en el zaguán, la del arte en el patio central y la de la arqueología en la sala gótica. La zona de la memoria parte de la idea de que desde 1522 sucesivas generaciones que no vivieron aquellos acontecimientos han proporcionado visiones y opiniones diferentes que han sido las que han construido la percepción que la sociedad tiene en la actualidad sobre Amaiur. Un panel informativo sobre la exposición recibe a las personas que visiten la muestra en la planta baja del palacio. Junto a él se ha colocado una réplica a tamaño real de una puerta blindada del castillo que actualmente está colocada en la casa torre Jauregizarrea de Arraiotz. También en el zaguán se colocarán 16 paneles centrados en personas y momentos importantes para el castillo.

Por último, en este área se recordarán la inauguración del monolito en 1922 con una gran fotografía, la bandera de Amaiur, el cuadro del salón de plenos y otros objetos originales de aquel año; y la explosión del monolito en 1931 que aparece recogida en una fotografía de aquel año y de la que pueden verse restos de sillares de mármol y de piezas de bronce. Asimismo, en una vitrina se presentarán todo tipo de documentación escrita y objetos generados entorno a Amaiur: libros, revistas, periódicos, panfletos, pegatinas, maquetas, audiovisuales, llaveros, puzzles o souvenirs.

Por su parte, el patio del Condestable presentará, bajo el epígrafe arte, una colección de pinturas, esculturas, fotografías, dibujos e ilustraciones realizadas por artistas diferentes que mezclan la historia del monumento con sus sentimientos y subjetividades.

Por último, en la Sala Gótica (sótano), como un símil del subsuelo de donde fueron extraídas, se exponen las principales piezas arqueológicas recuperadas a lo largo de los diez años de excavaciones. Las piezas están contextualizadas a base de diversa documentación en sus respectivos periodos históricos. Entre los objetos hallados se encuentran desde una espada hasta un arpa de boca (instrumento musical del medievo), pasando por munición de todo tipo usada en el asedio del castillo o huesos de los animales de los que se alimentaban los soldados sitiados en Amaiur.

El público podrá ver también distintos objetos de uso cotidiano de los habitantes del castillo, incluido el cubo con el que se sacaba el agua del aljibe, y pequeñas piezas talladas por los soldados en las horas de guardia. - Efe