pamplona - Después de la intervención de ayer de Sherpa, hoy el ciclo de conciertos programado en Katakrak continuará con el concierto de la banda pamplonesa Kokoshca, que a partir de las 21.00 horas desgranará los temas de su nuevo disco, Algo real, que cuenta con colaboraciones como la de Enrique Villarreal, El Drogas.
La sonoridad del apellido del poeta y pintor expresionista Oskar Kokoschka inspiró el nombre de este grupo que bebe en realidad más de Nirvana y que, en su cuarto disco, con el aplauso general de la crítica, reivindica a viejos roqueros. Según cuentan, al veterano músico le propusieron intervenir en Algo real (Sonido Muchacho, 2016) como contraprestación por personalizarle unos zapatos en la tienda de ropa vintage que regentaba uno de sus miembros. Su “voz crepuscular”, pensaron, podría quedar muy bien en uno de los temas, pero había otra razón de peso. “En el mundo en el que nos catalogan, el del indie, siempre hemos percibido un tufillo que tiende a criticar el rock urbano de Rosendo, de Burning... gente que nosotros escuchábamos; nos parece que hay que reivindicar la adaptación que todos ellos hicieron a la fonética castellana del punk extranjero”, explica Iñaki López, fundador del grupo junto a Amaia Tirapu.
Con Iñigo Andión y Álex López conforman la actual alineación de Kokoshca -así escrito, con c- y, probablemente, la que más lejos ha llegado en su “perseverancia” en el negocio musical, aunque haya que compaginarla con otros quehaceres para completar los ingresos, sea al frente de una tienda o como camarero.
Su Algo real se coló en muchas de las listas profesionales de lo mejor de 2016 y fue uno de los trabajos finalistas al Premio Ruido que vota la prensa musical.
luz y oscuridad “No lo consideramos un disco de madurez, porque la madurez la asociamos a algo negativo, aunque es cierto que somos más mayores y que pensamos más las cosas”, repone López.
Entre las decisiones conscientes en la elaboración de este álbum, estuvo la de grabarlo “muy rápido (en solo tres días) para que tuviera unidad”. El resultado es un combinado de sus “momentos de luz y oscuridad, un crisol de emociones que refleja que el ser humano es miserable y a la vez dadivoso”. Como prueba de esa contradicción, Mi consentido, el tema con el que se abre, es un relato maldito en el que la amante de un psicópata le declara su amor incondicional. “Nos atrae cómo una mente puede ser capaz de lo bueno y de lo malo”, insisten ante un corte en el que la celeridad de la música contrasta con la dulzura de la voz de Amaia.
De forma más evidente que nunca aparece también su interés por el debate político, especialmente en RBU (Renta Básica Universal) y en Yo nací (“yo nací, me caí en mi país”, cantan). Este corte, adaptación de un tema del grupo The Make-Up, trata sobre el “determinismo español”. “La historia de España tiene muchos grises; el franquismo impidió que hubiese un siglo XX como en otro países en los que nos reflejamos”, opina López, quien, no obstante, precisa que los integrantes de Kokoshca se consideran “muy políticos como ciudadanos, pero no tanto como artistas”. - J. Herrero