“Me he puesto el reto de ser el tenor que más ‘Carminas Buranas’ ha cantado y en más países”
Al tenor de Burlada, que reside en Alemania desde hace años, el personaje del Cisne de la ópera de Carl Orff le ha dado la oportunidad de actuar en los templos mundiales de la lírica
pamplona - No todos pueden alcanzar la tesitura tan aguda que exige cantar esta aria, comparable, según dice, “al triple salto mortal de los trapecistas en el circo”. Joaquín Asiáin se ha convertido en un destacado especialista requerido por escenarios de todo el mundo y ya supera 200 Cisnes. Y espera seguir sumando.
Va en cifras de récord.
-Sí, llevo cantados más de 200 Cisnes. Actualmente, no hay ningún tenor, por lo menos en España y no sé si en el mundo, que haya cantado tantas veces la Carmina Burana. Suelo cantar de doce a quince anuales que se amplían en número cuando entro en alguna gira. Es el papel al que más cosas tengo que agradecer por la cantidad de satisfacciones que me está dando, no solo a nivel profesional, sino también personal. Cantar en la Filarmónica de Berlín, en la de Colonia o en la Tonhalle de Zürich, entre otros templos de la música, se lo debo a él.
¿Cuántas más cree que podrá cantar y qué supondría fijar un récord?
-Es el reto que me he puesto a mí mismo: llegar a ser el tenor en la historia de la lírica que más Carminas ha cantado y en más países. De momento llevo doce: Alemania, Austria, Suiza, Luxemburgo, Liechtenstein, Eslovaquia, Ucrania, España, México, Rusia, Hungría y Holanda... Y en 2019 añadiré Dinamarca a la lista. Espero poder presentarlas de forma oficial cuando deje de cantar para que quede constancia de ello. Cada vez que surge la oportunidad de hacerla, me llena una gran alegría especial comparable a la que siente un niño con zapatos nuevos.. ¿Cuanto tiempo más? No lo sé. Hay varios factores que tener en cuenta, como que te contraten, la salud y que la voz siga respondiendo en esa tesitura tan aguda. Hay que pensar también que la competencia es brutal y el mundo artístico está tremendamente saturado ya desde la caída del muro de Berlín y con la ola de artistas asiáticos. Atrás quedaron las décadas doradas de pocos artistas que se dedicaban a esto con cachés elevadísimos.
¿Qué puede contar de la dificultad que acarrea interpretar a este personaje?
-El aria del Cisne en la Carmina Burana es comparable por su dificultad al triple salto mortal de los trapecistas en el circo, siempre que se cante, lógicamente, a voz plena, no en falsete. Carl Orff compuso una agudísima aria para tenor con notas muy comprometidas. Tres Dos de pecho, otros tres Re naturales sobreagudos (1 tono más alto que el Do de pecho) y nueve Si naturales ... Todo ello, compuesto sobre tres estrofas. Orff pensó y escribió el aria para un tenor, no un contratenor que canta en falsete y en realidad sin riesgo alguno. La figura del contratenor en la época que se escribió la Carmina no existía en el panorama musical de la época, se rescató posteriormente. De hecho, en la partitura pone tenore al inicio del aria. Todo esto lo explico porque con este tema hay mucha confusión y desconocimiento y se cree erróneamente que el aria del cisne está compuesta para contratenor; hecho que me corroboró la Fundación Carl Orff de Munich.
¿Qué papel juega este personaje en el conjunto de la ópera?
-Como personaje, el Cisne nos ofrece un llanto desgarrado y de lamento por tener la suerte en contra -ve que se lo van a a comer-, y así nos describe su trágico destino en la rueda de la fortuna de la vida, hilo conductor de toda la obra. El aspecto dramático teatral del personaje es también muy importante; poder transmitir actoralmente el triste destino del cisne es una cosa que el público agradece sobremanera.
¿Cómo cuida su voz, qué preparación necesita cada vez que tiene que interpretar este papel?
-Básicamente se trata de aplicar las bases de la técnica del bel canto italiano al aria. La tesitura es tan aguda que hay que mantener permanentemente la voz alta de posición y fina, sin que se escape de los resonadores faciales y sostenida con el imprenscindible apoyo del aire a través del diafragma. El resto pasa en mi caso por evitar bebidas muy frías, aires acondicionados, excesiva sequedad en el ambiente, etcétera, cosas que afectan mucho a las cuerdas vocales. También es importante estar bien descansado.
¿Cuando empezaron a llamarle para interpretar este personaje?
-Creo que las primeras Carminas que canté fueron en el Colegio Alemán de Madrid cuando estaba estudiando en la Escuela Superior de Canto de Madrid. Marimí del Pozo, la querida e ilustre profesora de canto ya desaparecida, dio mi nombre para hacerlas y por aquel entonces nunca imaginé poder cantarlas en tantas ocasiones. Para mí es un papel ideal también desde el punto de vista personal, casi siempre tengo los conciertos el fin de semana y durante la semana paso mucho tiempo en familia, en compañía de mis mellizos, y eso es muy importante, no quiero perderme nada de los que les pase en sus años de crecimiento y de confrontación con el mundo.
Seguro que a lo largo de este tiempo ha interpretado ‘Carmina Burana’ con distintos repartos y directores y atesora unas cuantas anécdotas.
-Tengo un anecdotario extenso y bastante heterogéneo... Por ejemplo, en una Carmina que canté en el Auditorio Nacional de México en 2007 me afectó el cambio de horario encima, no conseguí encontrar el ritmo de sueño y llegué al concierto con tres horas dormidas en dos días. Tengo un recuerdo especial de la Carmina Burana que canté en el Lenin Memorial Center en el 365 aniversario de la ciudad de Uljanovsk en Rusia, en 2014, y, cómo no, de las Carminas con la Fura dels Baus en Pamplona, colgado a ocho metros de altura, con los hierros de la grúa apretándome los riñones y agarrado a ella como podía ¡para liberar el diafragma y que me saliera así la voz y los sobreagudos! Afortunadamente, sobreviví al trance y tuve críticas excelentes.
Al margen de esta, ¿qué otras obras acostumbra a interpretar y cuál diría que es su repertorio?
-Mi repertorio paralelo a la Carmina y que va bien a mi voz se centra en las obras sacras compuestas por compositores de ópera. De entre ellos, sobre todo Rossini. He cantado más de 50 veces su Petite Messe Solennelle, su Stabat Mater en más de 30 ocasiones, e incluso su Messa di Gloria, muy poco conocida y apenas representada, que tiene un dúo y aria del primer tenor de tesitura endiablada. También hago galas líricas con arias de ópera y zarzuela.
Se instaló hace unos años en Alemania, ¿por qué allí y qué oportunidades le ha brindado ese país?
-El balance en general es positivo. Alemania es un país con sus luces y sus sombras, como todos. Hay que destacar, sobre todo, su capacidad de generar trabajo, y vivir aquí me ha dado la posibilidad de actuar en otros muchos países. Se llenan las salas de conciertos y se paga por consumir cultura. Luego está la variedad en las posibilidades. Por comparar un poco, en España hay una o dos agencias artísticas que llevan años copando y monopolizando prácticamente todo el mercado sinfónico coral, donde se encuadrada la Carmina Burana. Deciden prácticamente sobre orquestas, cantantes, etcétera, y, si no estás en ellas, ya te puedes olvidar de actuar. Es realmente patético. En Alemania esto es imposible. La captación de la oferta no está monopolizada y está mucho más abierta.
¿Cómo ve el nivel de la lírica en España, se valora lo suficiente este sector y al artista?
-En España siempre ha habido y habrá cantantes buenos. Hay una gran cultura vocal, en mi opinión superior a la de los países centroeuropeos, con un gusto claramente orientado a la ópera italiana... El musical es un género que ha ido ganando mucho terreno en los últimos años en detrimento de la zarzuela que según me cuentan vive una profunda crisis... Habría que impulsar el mecenazgo que fomente y promocione las artes escénicas a cambio de incentivos fiscales para los inversores. Por otro lado, la española es una cultura más de calle, gastronómica, los gustos son diferentes, hay un público diferente que en los países centroeuropeos y nórdicos. Es otra forma diferente de vivir la cultura y no es tan fácil llenar una sala... Además, al artista profesional, y hablo en nombre de muchos colegas míos, en general se le respeta poco. Tengo alguna anécdota sonrojante muy descriptiva que surgió a raíz del CD que edité por el 125 aniversario de la muerte de Julián Gayarre...
¿Qué proyectos tiene a corto plazo?
-A la vuelta de las vacaciones me esperan cinco Carminas en Alemania(Marburg y Stuttgart) y tres Messa di Gloria. Y en 2018 volveré a cantar la Carmina en la Sala Grande del Palacio de Festivales de Salzburgo, donde ya la canté en el Concierto de Año Nuevo en 2011.
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