José Mari Asín recupera, 20 años después, el ‘Misterio Bufo’ de Fo
Pamplona - Después de realizar varias funciones en casas de cultura de Navarra, mañana volverá al Teatro Gayarre de Pamplona el Misterio Bufo del Nobel Dario Fo en versión dirigida por Ignacio Aranaz, protagonizada por José Mari Asín y producida por Global Servicios Culturales. El mismo trío -Global entonces era AZ- que hace veinte años puso en pie este montaje que recorrió todo el territorio foral, las comunidades limítrofes e incluso se representó en Málaga y en París. Quedan pocas entradas para esta cita, que dará comienzo a las 19.00 horas.
La primera vez que hizo la obra tenía 42 años y la afrontó “desde el actor”. Ahora la aborda “desde el contador de historias”. “Creo que así cobra más sentido”, explicó ayer Asín en una rueda de prensa en la que habló de un texto, uno de los más conocidos y representados del italiano, que falleció en Milán en 2016 a los 90 años.
Como él, Asín se enfrenta solo al público, sin ninguna clase de apoyo escenográfico, aunque con la compañía de una treintena de personajes que “se asoman”, aparecen y desaparecen a lo largo de hora y media. “Hace dos años empecé a oír voces, concretamente la de mi mujer -bromeó el actor-, que me preguntaban por qué no volvía a hacer Misterio Bufo. Después se murió el maestro y vino Ignacio Aranaz a proponérmelo, así que estaba claro que había que hacerlo”. De este modo, Asín se reencontró con esta propuesta que supone “volver a ese compromiso con el teatro, con la esencia de la profesión”, solo que esta vez como un juglar. “He reflexionado y he leído las vivencias del propio Fo, que cuenta que, de crío, en el pueblo donde nació los pescadores eran fabuladores y contaban historias”. Llevada esta experiencia a su propia biografía, el intérprete recuerda “lo mucho que me gustaba que a los 8 o 10 años mi abuelo me contara historias”, y cómo a los 15, en los veranos en Cadreita les contaba historias de terror a mis amigos. Algunos todavía hoy se acuerdan”. Así que, de algún modo, “antes de ser actor yo ya era un contador de historias”, papel que vuelve a ejercer en este Misterio Bufo en el que se convierte en un juglar que va narrando relatos medievales de un sinfín de personajes que emergen y se diluyen con rapidez inusitada. Siempre sin pelos en la lengua, soltando las verdades del barquero, que era lo que caracterizaba a los trovadores y, por supuesto a Dario Fo.
Y por eso este texto “está tan vigente” en una sociedad como la de hoy, “en la que se juzga a un chico por poner su cara en la de Jesucristo”. Frente a eso, la sátira. “Al poder le hace daño que la gente se ría de él. Esto es lo más mordaz que tiene Fo. El poder soporta los tanques, pero la risa no”, indicó Asín. Y la productora Rebeca Esnaola recordó que el Nobel solía decir que el poder “no soporta el humor porque la risa libera al hombre de sus miedos”. De ahí que sea importante mostrar su teatro, porque se basa en los valores de la solidaridad, la justicia y la libertad.
Encuentro con el público. Después de la representación de Misterio Bufo -mañana, 19.00, Gayarre-, José Mari Asín mantendrá un encuentro con el público.
Egoísta, solidario y curioso. El actor comentó ayer que ha vuelto a hacer ‘Misterio Bufo’ por tres motivos. El primero, egoísta, “porque esta profesión te da un gran disfrute”; el segundo, solidario, “porque nos gusta hacer disfrutar a los demás”, y el tercero, por curiosidad, “por ver si podría hacer la obra dos décadas después. “Claro que después de ver a Darío Fo en Pamplona en 2010 haciendo ‘La rosa fresca aulentissima’ con 84 años, me quedó claro que aun me quedan muchos años más para hacerlo”.
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