madrid - Con más teclados y elaborados arreglos de cuerda, el undécimo disco de La Habitación Roja (LHR), titulado Memoria, reivindica que “somos seres finitos, hechos de vida y muerte”, así como de relaciones que, por culpa de la tecnología, son cada vez más distantes. “Hoy en día no te linchan en la calle, sino en las redes”, opinan dos de sus componentes, el vocalista Jorge Martí y el guitarrista Pau Roca, en una charla en la que explican que su tema Nuevos Románticos, con el que se abre el álbum, habla “del miedo atroz a significarse y pensar”, lo que “está llevando a la gente a esconderse”.

Está inspirado en la paliza que, en tiempos de Soft Cell, OMD y Duran Duran y en pleno de centro de Valencia, “unos fachas” propinaron a un amigo de juventud por ir ataviado con capa y ojos pintados, un recuerdo que a su parecer tiene ahora su correlato en las nuevas tecnologías.

Sobre las consecuencias de estas siguen abundando en otro de los cortes, Algo de verdad. “Sabes lo que está pasando en la otra punta del mundo, pero no que tu vecina se está muriendo de un cáncer o que tu pareja tiene unos problemas brutales que no te sabe expresar”, lamenta Martín, para quien “lo que pretendía acercarnos está creando distancias”. Por su trabajo ocasional con pacientes de alzhéimer y demencia, Martín conoce la importancia de atesorar esos momentos personales. “Estamos hechos de recuerdos. Causa un enorme impacto ver a gente rodeada de fotos de juventud que ha olvidado todos sus referentes”, destaca sobre el mensaje de la canción final, ¿Quién eres tú? En Berlín hablan a su vez de la depresión, aprovechando el valor simbólico de “esos sitios a los que querrías llevar a personas que no pueden y que viven encerradas en su mundo”, mientras que en Estrella herida de muerte subrayan la pequeñez del ser humano, en contraste con la conciencia de éxito que venden las redes. Pero en el disco Memoria (Mushroom Pillow) no se exalta solo la ídem personal, sino también la musical: “El disco se hizo mucho hablando de música y de discos míticos”. A los mandos del cambio de sonido que se percibe en estas composiciones se encuentra Paco Loco, quien sugirió la incorporación de Chris Carmichael. De la mano del productor también llegó el estadounidense John Agnello, que se hizo cargo de las mezclas, mientras que la masterización es obra de Greg Calbi (Lennon, Bowie o Lou Reed).