pamplona - Las puertas de la sala Indara se abrirán el próximo sábado, día 26 de enero, para acoger la actuación del grupo vitoriano Izaki Gardenak. El concierto comenzará a partir de las 21.30 y las entradas anticipadas ya se pueden adquirir al precio de 10 euros en izakigardenak.com; en taquilla costarán 12 euros.

Jon Basaguren alma, guitarra y voz de Izaki Gardenak desgrana las claves de su último álbum, Dena oskol.

El nuevo disco ya lleva sus semanas de recorrido, presentación en la Azoka de Durango incluida. Seguro que les están llegando las primeras respuestas...

-Sí y el feedback está siendo muy bueno. Además, están saliendo un montón de listas de lo mejor del año en los medios especializados, y aunque intentamos no hacer demasiado caso a esas cosas, a nosotros sí nos están haciendo caso (risas). De todas formas, nosotros ya nos quedamos muy a gusto cuando lo grabamos y cuando lo escuchamos mezclado y masterizado. Esas sensaciones que tuvimos, no han cambiado. Ahora estamos centrados en los ensayos para el directo, en llevar el disco a los escenarios y no nos estamos fijando demasiado en la repercusión del disco. De hecho, es algo que cada vez me resulta más complicado de medir. La realidad es que tenemos muchas ganas de iniciar la gira.

Aunque con otros proyectos, la mayoría de los miembros de la banda sí siguen subiéndose a los escenarios, Izaki Gardenak como tal ya lleva un tiempo sin encontrarse con el público, más allá de lo de Durango. Iniciar gira con nuevo disco tiene que ser algo estimulante, ¿no?

-Muchísimo. La verdad es que estamos bastante nerviosos y creo que es bueno que lo estemos. Dejamos de tocar con Izaki Gardenak en marzo de 2017, precisamente en la Jimmy, donde arrancamos la gira, más allá del concierto sorpresa que dimos después en Errekaleor. Para nosotros tiene mucho significado volver y hacerlo en la Jimmy con un disco nuevo. Llevamos tiempo preparando esta actuación, completando el repertorio, dándole un sentido al orden de los temas... vamos a darle, además, un toque al escenario. Estamos con muchas ganas de empezar a rodar y a tocar, que es lo que nos gusta de verdad.

En la gira hay un cambio con respecto a la grabación, puesto que Joseba B. Lenoir, que ya tuvo su etapa en el grupo, va a tomar el relevo de Danilo Foronda. Al final, las canciones son las mismas pero cada uno tiene su forma de ser, tocar y aportar.

-Sí, sí, por supuesto. Es más, cuando entra alguien diferente en la banda no queremos que copie lo anterior. Al final, esto se trata de hacerle justicia a las canciones aportando cada uno desde su personalidad. Por ejemplo, cuando Danilo tocaba las canciones que Joseba grabó para Amaieratik hasi tampoco le pedíamos que lo hiciera de la misma manera. Lo mismo ahora. Cada uno estamos haciendo nuestras las canciones, haciendo que suenen, que caminen. En eso estamos centrados. De hecho, si lo piensas, salvo Libe y yo que hemos estado en todas las grabaciones, el resto ha ido entrando y saliendo. Es algo que ya llevamos con bastante naturalidad. El que haya músicos que van y vienen, todos por incompatibilidad con la vida y las agendas de cada uno, es parte de Izaki Gardenak.

Además de Pamplona, donde actuáis el sábado que viene, tenéis unas cuantas fechas más confirmadas. ¿El plan en 2019 es tocar, tocar y tocar?

-Así es. Cuando nos planteamos la grabación del disco fue también con la idea de dedicar un año entero a la banda y a la presentación del álbum. Si no, no tenía sentido grabar un disco como éste y luego no poder ofrecerlo en unas condiciones.

Más allá de que recuperen temas de otros trabajos anteriores, ¿cómo cree que va a respirar este ‘Dena oskol’ en directo?

-A mí la grabación me parece bastante orgánica. Es verdad que hay muchos detalles, muchos arreglos y también algunas cosas que no se pueden llevar al directo, pero sí que el disco tiene un aire muy de directo en varios sentidos. Preparando los conciertos, la verdad es que las canciones nos están sonando muy bien en el local. En las actuaciones tocaremos todas las canciones de Dena oskol, algunas de Aurri gara, que es el disco que más cercano sentimos tanto en lo temporal como en lo estilístico, algún tema de Amaieratik hasi y puede que algo de Itsasargiak, de la primera demo, por aquello de hacer un guiño. La verdad es que es un concierto más largo de lo habitual, una hora y veinte más o menos. Creo que nos ha quedado un repertorio dinámico al que le hemos dado muchas vueltas. Hay canciones que no podemos quitar y que tampoco nos apetece dejarlas fuera.

La gira arrancó el pasado 12 de enero en Gasteiz, ¿Como en casa en ningún sitio o es casi peor?

-Tiene las dos partes. Por un lado, conocemos a todo el mundo de la Jimmy, los que van a estar trabajando, y eso te da una confianza total, máxime en un primer concierto de gira. Pero, por otro lado, y desde un plano personal, no son éstas las ocasiones en las que más cómodo me siento. Prefiero no conocer a nadie entre el público e ir a hacer lo mío (risas). Cuando empiezo a ver amigos, gente cercana, me pongo un poco... Pero bueno, también es verdad que suelo cantar con los ojos cerrados, así que... Con todo, teníamos muy claro que este primer concierto de la gira tenía que ser en casa, en la Jimmy y estamos con mucha ilusión. Va ser un concierto especial.