Barcelona - El artista navarro Abel Azcona rechazó acudir ayer a la citación de un juzgado de instrucción de Berga (Barcelona) que le investiga por presuntos delitos de profanación y contra los sentimientos religiosos por su exposición Amén, que recoge la acción de escribir la palabra pederastia con hostias consagradas.

Según expresó en un escrito en Facebook, optó por no acudir como “acto de rebeldía” tras ser investigado por un delito de profanación del artículo 524 del Código Penal en concurso con el delito contra los sentimientos religiosos. El juzgado le investiga por exhibir en 2016 en el Art Center en Cal Rosal, cerca de Berga, una performance para la que recopiló hostias de 242 eucaristías con las que conformó la palabra pederastia, como crítica a los casos de abusos en la Iglesia Católica. “La desobediencia está íntimamente ligada a la libertad, de modo que una persona puede llegar a ser libre mediante actos de desobediencia, aprendiendo a decir no al poder o a las formas de violencia que vulneran y precarizan su existencia”, defendió el artista. Asimismo, se ha preguntado: “En este relato, ¿quién es el enemigo: el pederasta o el artista? ¿El que comete el abuso o quien la denuncia? ¿Quién quedará impune?” “Mucho está en juego” cuando los mecanismos que él denomina censores luchan para que en el arte no se pueda hablar de temas como la pederastia vinculada a la Iglesia. Y recordó que, desde 2015, entidades como el Arzobispado de Pamplona y Tudela y la Asociación de Abogados Cristianos han perseguido sus creaciones artísticas, “sin empatizar con las denuncias implícitas en la mismas”. - E.P.