La revista científica Fontes Linguae Vasconum: studia et documenta nació en 1969 con la intención de dar a conocer las últimas investigaciones en torno al euskera, así como facilitar a personal investigador el acceso a los textos antiguos en esta lengua, diseminados en archivos y colecciones privadas. Hoy, cincuenta años más tarde, continúa su andadura sin interrupción y, a fin de homenajear su trabajo durante estas décadas, el Archivo de Navarra acoge una exposición que pretende explicar el contexto cultural en el que surgió la revista y, además, mostrar dónde reside el valor de cada documento antiguo para la investigación lingüística y filológica. Bajo el nombre de Fontes Linguae Vasconum: tesoros de Papel, la muestra podrá visitarse hasta el 31 de marzo fue presentada ayer por la consejera de Cultura del Gobierno de Navarra, Ana Herrera, y el comisario de la misma y director de la revista, Ekaitz Santazilia, y el jefe de la Sección del Archivo Real y General de Navarra, Félix Segura.

La exposición, enmarcada dentro de los actos del 50º aniversario de la publicación -todas las actividades se pueden consultar en la página web www.fontes50.es-, está integrada por algunos de los documentos antiguos más importantes en euskera y también sobre la lengua, conservados en su mayoría en fondos navarros. “Hay que destacar que todos los documentos expuestos son completamente originales, no hay reproducciones, lo que convierte a esta exposición, haciendo gala de su título, en una colección sin precedentes de tesoros de la lengua vasca”, explicó Ana Herrera. Asimismo, la muestra busca, según señaló Ekaitz Santazilia, “acudir a esas fuentes y poner en valor los documentos antiguos”.

Por su parte, Félix Segura destacó que “prácticamente la mayor parte de documentos que se muestran en la exposición proceden de los fondos de este Archivo Real y General de Navarra” y añadió que de los 14 manuscritos que se exhiben 12 forman parte de los fondos propios. “Son pequeñas joyas singulares que se custodian en esta institución”, añadió. Asimismo, apuntó que el Archivo de Navarra conserva aproximadamente “cinco millones de documentos desde el siglo X hasta el siglo XX” y que en su mayor parte están escritos “en lengua castellana, pero también en romance navarro y en romances franceses y latín”. A esto, agregó que existen otras lenguas que “tienen un espacio reducido” y, por ello, “esta exposición es más que importante”, ya que “da a conocer esos otros documentos singulares y excepcionales”.

Para el jefe de la Sección del Archivo Real y General de Navarra, para explicar que se hayan conservado estas joyas que ahora se exponen hay que diferenciar entre tres ámbitos: el más antiguo, que incluye documentos redactados en latín o en romance navarro y que presentan segmentos, aclaraciones o notas redactadas en lengua vasca; en segundo lugar, hay documentos ya concebidos como tales en euskera pero que han llegado asociados a otros documentos en romance navarro mayoritariamente; por último, se encuentran otra serie de documentos más próximos en el tiempo, datados sobre el siglo XVIII, de carácter eclesiástico, que fueron redactados en euskera y que se conservan principalmente en el Archivo de Navarra. “Estos documentos, del fondo Bonaparte -119 manuscritos- están desde el año pasado volcados en Internet para que estén a disposición de todos los interesados para su visualización y descarga libre”, añadió.

Los documentos más antiguos

Desde textos medievales hasta grandes obras clásicas

El mapa de los dialectos de Louis Loucien Bonaparte da la bienvenida al visitante de la exposición. Se trata de la primera clasificación científica de los dialectos vascos realizada por el lingüista y político francés Bonaparte que data del año 1983, un documento “muy conocido pero del que pocas veces se ha expuesto un original”, sostuvo Santazilia. A continuación, la exposición comienza con un apartado que muestra el contexto cultural y político en que la diputación creaba la sección de Fomento del Vascuence. En esta época nació la revista Fontes Linguae Vasconum y se muestran en el Archivo algunas publicaciones, cómo se examinó y premió a más de 6.000 niños y niñas en los años 50 y 60 por saber euskera, y otras actividades. También se exhiben los diplomas entregados y numerosas fotografías de la fiestas organizadas a tal efecto. “Siempre hemos pensado que en el Franquismo el euskera estuvo proscrito, prohibido, y es necesario contar también esta otra parte de la historia”, destacó el comisario de la exposición.

Continúa la muestra con un bloque donde se recogen los textos más antiguos, siendo la mayoría de ellos posteriores a la Edad Media, aunque sí se recogen algunas muestras. “Se trata de los documentos que alimentan la investigación lingüística y de los que se nutre Fontes Linguae Vasconum”, subrayó Santazilia. Dentro de los documentos medievales, se encuentra el pequeño Pater Noster cedido por la catedral de Pamplona. “En un códice del obispo Barbazán un escribano probó su pluma con una oración poco ortodoxa con una anotación en euskera”, destacó el comisario. También hay una muestra “muy interesante para estudiar el euskera medieval” donde se aprecian los nombres de los lugares propiedad del Monasterio de Leyre, escritos en euskera. Y también se exhiben las cartas de Zalba y Martín de San Martín.

La siguiente sección se dedica a las variedades y dialectos del euskera ya desaparecidos. Hay textos en roncalés y algunos escritos en la variedad cercana a Pamplona, como el único ejemplar conocido de la doctrina de Juan de Beriáin, nacido en Uterga. También se encuentran los sermones del párroco de Elcano, Joaquín Lizarraga, quien escribió “muchos sermones en un euskera muy interesante y muy cuidado”, añadió. Y el bloque se completa con coplas de Imarcoáin del siglo XVI o una doctrina escrita en dialecto altonavarro de Francisco Elizalde, de la cual se conservan únicamente tres ejemplares, entre otros documentos.

A continuación, se muestran unos documentos donde aparece un euskera especialmente rico e interesante. Se trata de una sección donde se exponen piezas cuyo euskera es especialmente valioso para la investigación por su riqueza o peculiaridad. Incluye, asimismo, grandes obras clásicas como Gero, de Axular, o Testamentu Berria, de Leizarraga, junto a pequeños fragmento entresacados de procesos judiciales en castellano, cercanos al habla popular del siglo XVI. “Sabemos que los testigos de estos juicios declaraban en euskera y los escribanos traducían todo al castellano, pero de vez en cuando mantenían palabra por palabra lo que se decía en estos juicios; y son textos muy interesantes porque recogen el habla común, un euskera alejado del euskera literario”, destacó Santazilia.

Acercamiento a la época actual

Desde textos administrativos hasta los trabajos más recientes

La exposición sigue con un bloque dedicado al euskera escrito más allá de la religión. “Aunque los textos en euskera son principalmente religiosos”, dijo el comisario, este apartado recoge otro tipo de textos administrativos, correspondencia o el manuscrito de Lazarraga, escrito en un euskera alavés de los siglos XVI y XVII. “Este texto demuestra que la nobleza empleaba la lengua vasca y se trata de un texto puramente renacentista; se ve que esta gente leía”, señaló. También se exhibe un bando del general Reille, que está considerado el primer documento bilingüe de la Administración en Navarra.

En otro bloque se muestra el interés que el euskera ha despertado en Europa en los siglos pasados, a través de los trabajos de diversos investigadores locales e internacionales. Incluye, por ejemplo, el Diccionario Trilingüe del padre Larramendi, una obra de gran influencia en los escritores en lengua vasca posteriores. “El diccionario era una manera de justificar que todas las palabras que tenía el castellano y el latín podían decirse también en lengua vasca”, indicó Santazilia, para quien “se trata de una pieza clave en el estudio del euskera”. También hay una pequeña muestra de las investigaciones que autores franceses, ingleses o alemanes hicieron sobre los verbos y el vocabulario.

El último apartado está dedicado a la Filología Vasca. En él, se muestra el desarrollo que la lingüística y la filología vasca ha experimentado en las últimas décadas, a través de trabajos más recientes. “Se encuentra la filología vasca de los años 60 y 70 o la inclusión de la filología vasca en los estudios de Filología en la universidad”, destacó el comisario, quien señaló que no se han olvidado de “autores que, no estando vinculada a la universidad, han hecho una gran labor de recopilación en aquellos años en los que no había estudios universitarios”. La muestra se completa con el epitafio de Amendux y una producción musical basada en este texto.

‘Fontes Linguae Casconum’. Se trata de una revista científica que nació hace ahora 50 años con el objetivo de dar a conocer las últimas investigaciones en torno a la lengua vasca, así como facilitar a personal investigador el acceso a los textos antiguos en esta lengua, diseminados en archivos y colecciones privadas. La exposición quiere rendir homenaje a esta publicación en su 50º aniversario poniendo en contexto el surgimiento de la revista y mostrar dónde reside el valor de cada documento antiguo para la investigación lingüística y filológica.

La exposición. La exposición Fontes Linguae Vasconum: tesoros de Papel se encuentra en el Archivo Real y General de Navarra y se podrá visitar hasta el 31 de marzo en horario de lunes a domingo de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas