madrid - La condesa Setsuko Klossowski de Rola, viuda de Balthus, dice estar cansada de los que quieren censurar algún cuadro del pintor, como el de Thérèse soñando. “Hay personas que no quieren ver el arte, pues bien, me da igual, pero da pena que se cree un problema con este tipo de observaciones”, subraya. Así lo expresó ayer durante la presentación de la muestra que inaugura hoy el Museo Thyssen sobre Balthasar Klossowski de Rola, Balthus (París, 1908-Rossiniére, Suiza, 2001), uno de los grandes pintores del siglo XX y uno de los creadores más enigmáticos, místicos y solitarios, “el pintor de los gatos”, y amante del secreto, al que oír que los cuadros de sus niñas proceden de una imaginación erótica le causaba “indignación”.

La exposición es la primera que se le dedica en 23 años en España. Y entre los 47 cuadros se encuentra Thérèse soñando, de 1938, que viene del Metropolitan de Nueva York, la pintura en la que una jovencita ensimismada deja ver sus bragas, con un gato a sus pies bebiendo leche, y que quisieron vetar 12.000 personas que firmaron un manifiesto para que se retirara, a lo que el museo se negó. “Me preguntan mucha veces sobre esto -explicó la viuda- y yo contesto, vamos a ver: hablamos de arte o de otra cosa, pues si hablamos de otra cosa, de acuerdo, cualquiera tiene derecho a expresar su opinión, pero si hablamos de arte es otro tema”. En ese sentido, el comisario, Juan Ángel López-Manzanares, fue muy claro: “El museo ha adoptado estar abierto al debate, pero quiere contextualizar la obra de para que se entienda lo más posible y la gente no le juzgue según los debates contemporáneos”. “Balthus comenzó a crear en el 33, cuando subieron los nazis, un periodo de ansiedad dentro de la cultura occidental, y como pintor moderno fue permeable al momento con el tema de la sexualidad y ahí no solo está él, sino Picasso y otros muchos. En Balthus el tema de la infancia tiene un sentido más transcendental, dentro de la línea de Rilke”, poeta que fue pareja de su madre y mentor. “Su interés por lo infantil, por la adolescencia está en relación a la búsqueda del secreto del mundo”, sostuvo. Y más tarde en su chalé -en Rossnièrre-, “hizo una pintura con mayor claridad, cerca de la concepción que tenía Mozart, quedarse en lo erótico es quedarse en la anécdota más marginal”, apostilló. - Efe