El próximo jueves, 25 de abril, Bob Dylan volverá a actuar en Pamplona con su leyenda más engrandecida si cabe desde el concierto que ofreciera en 2008. Las entradas para esta cita se pueden adquirir en www.ticketmaster.es y www.riffmusic.es.

el repertorio El de Duluth lleva más o menos dos años repitiendo casi el mismo repertorio, un set list que poco tiene que ver con el que interpretara en 2008 en Pamplona. Actualmente, los conciertos de Dylan incluyen un buen número de clásicos, basta echar un ojo a una de sus recientes actuaciones, la que ofreció en París el pasado 12 de abril, para que a uno le brillen los ojos: Things Have Changed, It Ain’t Me, Babe, Highway 61 Revisited, Simple Twist of Fate, Cry a While, When I Paint My Masterpiece, Honest With Me, Tryin’ to Get to Heaven, Scarlet Town, Make You Feel My Love, Pay in Blood, Like a Rolling Stone, Early Roman Kings, Don’t Think Twice, It’s All Right, Love Sick, Thunder on the Mountain, Soon After Midnight y Gotta Serve Somebody. Y ya en los bises: Blowin’ in the Wind, It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry y Just Like Tom Thumb’s Blues. Si sigue en la misma línea, como todo parece indicar, como mucho variará dos o tres canciones.

El detallazo A pesar de su fama de gruñón, Bob Dylan tuvo un detalle de esos que quedan para el recuerdo con una tienda de discos en Dublín. Su particular regalo fue un disco firmado con motivo del Récord Store Day, la ya tradicional celebración de la cultura de la tienda de discos que tuvo lugar el pasado 13 de abril. Dylan no solo envió el disco firmado sino que también incluyó una dedicatoria en la que decía: “Para Tower Récords Dublín, ¡gracias por seguir vendiendo discos todavía!”, según recogía Cultura Ocio.

Sin fotos Durante su concierto en Viena, el pasado 16 de abril, el músico estadounidense se encontraba interpretando Blowin in the Wind cuando masculló algo que no se entendió al micrófono (dirigiéndose al público por primera vez en años) y retrocedió sobre sus pasos, según recogía el diario El País. Al caminar de espaldas, se tropezó con un amplificador y casi se cae de bruces contra el suelo. A sus casi 78 años, el susto fue mayúsculo. Enojado con la situación, se volvió a acercar al micro y dijo: “Podéis tomar fotos o no tomárnoslas. Podemos tocar o podemos posar. ¿De acuerdo?”. Dicho esto, se encaminó con cara de enfado al piano para interpretar It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry.

La cuestión de las fotografías en los conciertos, a raíz de la popularización de los móviles, no es nueva, de hecho, en el Estado, Robe Iniesta ya prohibió en su última gira que se tomaran imágenes y vídeos con los celulares. La diferencia, en cuanto a la toma de fotografías, es que Bob Dylan también ha prohibido el acceso de los fotógrafos profesionales de los medios de comunicación a sus conciertos, de forma que, en principio, no se puede tomar imágenes de forma oficial, ya que tampoco desde la organización del concierto o la crew del artista se facilitan fotografías oficiales.