pamplona - Pepón Nieto da vida al protagonista de este montaje que dirige Juan Carlos Rubio a partir de la obra de David Mamet. La versión es de Bernabé Rico y junto al actor, que actualmente graba la serie de Álex de la Iglesia para HBO, Magüi Mira, Ana Fernández y Miguel Hermoso.

Lo primero, el montaje llega a Pamplona en domingo de elecciones. Supongo que ir a ver la función es una buena manera de dejar de oír el ruido electoral por un rato.

-Creo que hay que ir a votar y después ir al teatro. Es el plan perfecto.

A la vez, seguramente es una obra muy oportuna en estos tiempos de fake news y políticos agresivos en lucha por el poder, ¿no? En resumen, ¿por qué es importante montar La culpa hoy en España?

-Creo que La culpa habla de nosotros y nos hace hacernos muchas preguntas. Mamet plantea temas que solo puedes responderte tú.

¿Tenemos mucho que reflexionar los medios sobre el mundo que estamos creando? ¿En qué sentido?

-Por supuesto, los medios tienen un poder enorme y deben ser conscientes de ello.

Esta obra habla, entre otras cosas, sobre la verdad. ¿Qué piensa Pepón Nieto sobre la verdad y qué ha aprendido sobre ella trabajando un texto de Mamet?

-La verdad está en los ojos de cada persona, no hay una verdad única y total. Todos tenemos nuestro punto de vista.

Hábleme de Charles, su personaje. ¿Quién es al principio de la función y cómo va evolucionando a lo largo de la historia?

-Charles es un psiquiatra que defiende su derecho a no declarar a favor de un paciente que ha cometido una masacre. Esto hace que su vida se desmorone, pero también guarda un secreto, que creo que se resume con el título de la función.

¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de crear a un personaje como este que pasa por todos los registros y cómo lo ha trabajado con Juan Carlos Rubio?

-Lo más complicado ha sido darle humanidad a un texto tan técnico. Y el trabajo con Juan Carlos Rubio ha sido imprescindible para conseguir esta humanidad.

Es una obra que contiene diálogos muy potentes entre personajes. Imagino que eso implica mucha complicidad en escena, ¿es así, cómo han llegado a ese punto?

-Por supuesto, el trabajo con los compañeros es imprescindible. El compañero siempre hace el 50% de tu trabajo y yo he tenido la suerte de encontrarme con compañeros generosos y muy brillantes.

¿Qué puede decirme de la relación de Charles con su mujer?

-Charles ama profundamente a su mujer y su matrimonio es la primera víctima de todo lo que le está pasando. Esto le genera una impotencia enorme porque quiere salvar una relación que está condenada al fracaso.

¿Y qué hay de la relación de Charles con su mejor amigo y abogado? ¿Habla Mamet de la lealtad y de la traición?

-Sí, Mamet toca muchos temas y esos que nombras son muy importantes. Es cierto que Richard es su único amigo porque es el único que le queda, pero no es una relación de amistad perfecta. Y también hay una traición que está en la función que no podemos eludir.

¿Cómo ha sido trabajar con Magüi Mira, a la que últimamente estamos más acostumbrados a verla como directora?

-Magüi es una actriz maravillosa y una compañera excelente. He descubierto en ella una cómplice y una compañera de viaje con la que estaría siempre, en todos los proyectos.

¿Qué puede contarme de la escenografía, de esa biblioteca?

-Creo que el trabajo de Curt Allen Wilmer es impecable, la escenografía apoya a la historia relatándonos una metáfora de lo que le ocurre a los personajes, sin molestar absolutamente nada y estando al servicio de lo que contamos. La escenografía, gracias al trabajo de Curt, se convierte en un personaje más.

¿Qué supone este trabajo en su carrera en el teatro?

-Para mí ha sido importante asumir un texto de David Mamet y encontrarme con un personaje muy alejado de los que interpreto normalmente. Está siendo un viaje muy, muy interesante y como actor lo disfruto cada noche.

¿En qué otros proyectos anda inmerso?

-Estoy grabando la serie 30 monedas para HBO, dirigida por Álex de la Iglesia.