hernani - Eduardo Chillida creó cerca de 1.400 obras a lo largo de su vida y todas ellas están quedando recogidas en el Catálogo Razonado de Escultura del artista vasco, cuyo tercer volumen, que ocupa el periodo 1983-1990, se presentó ayer, cinco años después de que viera la luz el primero.
Una imagen de Elogio del horizonte, la escultura que Chillida levantó en el Cerro de Santa Catalina de Gijón ilustra la cubierta de la tercera parte de este canon, que se prevé completar el próximo año con la edición de un cuarto y último volumen. Ignacio Chillida, uno de los ocho hijos del creador, y su yerno, Alberto Cobo, vuelven a estar tras este proyecto, que comenzó a gestarse en 2010 y en el que se ha implicado también Kutxa Fundazioa, así como la editorial Nerea, que desde su traslado hace dos décadas de Madrid a San Sebastián ha publicado trabajos relacionados con la cultura vasca. “Este catálogo encajaba perfectamente en nuestra línea editorial”, dijo la consejera delegada de Nerea, Marta Casares, en la presentación de este tercer volumen en Chillida Leku, en la que también participaron sus autores y el director general de Kutxa Fundazioa, Ander Aizpurua. La nueva publicación hace un estudio detallado de las 418 esculturas que Chillida realizó entre 1983 y 1990, desde los materiales -hierro forjado, acero corten, hormigón granito, alabastro, porcelana o tierra chamota- hasta sus medidas, propietarios, principales exposiciones en las que ha tomado parte y bibliografía asociada. Cada pieza está acompañada de una o varias reproducciones fotográficas, hasta un total de 555, todas ellas extraídas del archivo ya existente, tomadas durante el proceso de creación de las piezas bajo la supervisión del propio artista, lo que hace que tengan un valor añadido, destacó Cobo. Este explicó que este volumen, que, como el resto, reúne la obra de Chillida en orden cronológico e historiográficamente, lleva incorporada una adenda ante la posibilidad de que puedan aparecer obras no catalogadas aún, como ha ocurrido desde que comenzaron a trabajar con el primero, que ocupa el período 1948-1973.
Cobo indicó que desde entonces se han encontrado unas 30 piezas no catalogadas, generalmente obras “de formato más pequeño, más íntimas, que han pasado por menos manos”. La intención de la editorial es hacer una versión digital del catálogo, que se irá actualizando continuamente y que permitiría el acceso a un mayor número de personas.
De este volumen en papel, una edición trilingüe -euskera, castellano e inglés- de 441 páginas y tres kilos y medio de peso, se han publicado 1.600 ejemplares, que se venden a 110 euros. Este catálogo “sienta las bases”, según Cobo, para cualquier trabajo que quiera llevarse a cabo sobre las creaciones del escultor donostiarra, fallecido en 2002. - D.N.