bolivia y Nepal. 16.445 kilómetros de distancia. Nada que ver. ¿O sí? En ambos países, dos grupos de mujeres decidieron hace un tiempo pelear por la igualdad y contra la discriminación y reivindicar sus derechos emprendiendo sendas expediciones de alta montaña, rumbo al Aconcagua, la cima de América, las primeras, y al monte Saipal, hogar de Lord Bishnu para los nepalíes, las segundas, en este caso en compañía de Edurne Pasaban. La productora navarra Arena Comunicación Audiovisual ha recogido sus historias en los documentales Cholitas, dirigido por Jaime Murciego y Pablo Iraburu, y Chhaupadi, de Migueltxo Molina, cuyo estreno está previsto para este domingo, día 8, y para el viernes 13 de diciembre, respectivamente, en el Mendi Film Festival de Bilbao, que comienza hoy.

Dora Magueño, Lidia Huayllas, Cecilia Llusco, Elena Quispe y Liita Gonzales. Son las Cholitas, las cinco aymaras que se propusieron hacer cima en el Aconcagua vestidas con sus faldas tradicionales -polleras- y sus aguayos en lugar de mochilas. Y lo consiguieron. El antes, durante y después de la hazaña quedan recogidos en la película que se proyectará el domingo, a las 17.15 horas, en la sala BBK.

están en bilbao Después del estreno de Pura Vida, película dedicada a Iñaki Ochoa de Olza que Arena mostró en todo el mundo, “nos llegaron muchas propuestas relacionadas con la montaña”, cuenta Iraburu. En 2017, el realizador freelance Jaime Murciego “se puso en contacto para comentarnos que había leído en internet un artículo sobre un grupo de cholitas escaladoras y para sugerirnos producir un documental sobre el tema”. La idea, sin duda, era atractiva, “pero a nosotros siempre nos gusta contar historias que sirvan para algo, que aporten”, así que “le pedimos que fuera hasta allí y estableciera un vínculo con ellas”. Murciego lo hizo, “pasó dos semanas viviendo en casa de una de ellas”, y cuando la productora navarra supo mejor quiénes eran estas mujeres, que en los últimos años han subido todas las cumbres de Bolivia, se implicó del todo, grabando durante tres meses -noviembre y diciembre de 2017 y enero de 2018- su vida diaria, el viaje de Bolivia a Chile, la expedición de veinte días hasta la cumbre del Aconcagua y su regreso a casa, triunfantes, tras conseguir una cima más alta que la que nunca han coronado sus maridos. “La mayoría son mujeres de guías de montaña y ellas mismas trabajaban en este ámbito, pero siempre se quedaban en el campo base y les tocaba preparar la comida y atender a los que sí subían”, comenta Iraburu. Y añade: “Nos contaban que decidieron dar el paso después de mucho tiempo comprobando cómo los turistas bajaban con una enorme cara de satisfacción; ellas querían qué habían vivido esas personas para sentirse así”. Y tras conseguir botas y crampones de su talla, no les hizo falta mucho más, comenzaron a escalar, rompiendo, en parte, “la triple discriminación” a la que siempre han sido sometidas: por ser mujeres, por ser aymaras y por ser pobres.

El Aconcagua ha sido la proeza máxima de sus vidas. Al menos de momento. Las cinco demostraron que ser mujer no es impedimento para nada; que pueden subir a casi 7.000 metros con sus trenzas, sus polleras y sus aguayos, callando a quienes las desprecian llamándolas cholitas, y que, gracias a la difusión de su historia, “es posible que tengan la opción de sacar adelante a sus familias ejerciendo de guías de montaña”. “La película tiene su estreno internacional ahora, ya la han solicitado Movistar y televisiones de Japón (NHK) y de Francia (Arte) y también se va a ver en Bolivia”, y en otros países, apunta el director. “Creo que no son conscientes de cómo puede llegar a afectarles”, en el sentido de que puede darles mucha publicidad y ofrecerles la posibilidad de vivir de la montaña, que les hace sentirse libres, felices y vivas. El domingo tendrán la ocasión de comprobar la acogida del público, aunque ellas están en la ciudad desde ayer.

“Son unas cracks, se van a meter a la gente en el bolsillo”, añade Iraburu, que no oculta que “el encaje entre su universo y el nuestro no fue fácil”, y la expedición “fue físicamente muy dura por el frío y la altura”, pero “ellas son mucho más fuertes que nosotros”, y eso que alguna ya suma 50 años. Como anécdota, el realizador cuenta que, a la hora de atacar la cima, mientras ellos consultaban la información del tiempo por satélite, “ellas no se fiaban y hacían sus ofrendas al dios de la montaña”. Al final, todo es cuestión de “respetar” las formas de hacer de cada uno. “Esta película va de hacer lo que quieres en la vida”. Y de cumplir sueños.

impuras A miles de kilómetros de allí, en el noroeste de Nepal se agrupan varios pueblos de cultura hindú que conservan una costumbre ancestral, el chhaupadi, que consiste en confinar a las mujeres en una choza precaria y fría -chaugot- durante la menstruación. Por impuras. Tampoco pueden subir a los montes de la zona porque creen que son las moradas de dioses y, por tanto, les están vetados. En 2018, cuatro chicas de la zona se propusieron romper con esas cadenas y ascender al Saipal, una montaña “muy complicada, incluso para gente de alto nivel”, comenta Migueltxo Molina. “Edurne Pasaban se enteró de la historia y me propuso hacer algo. Habíamos hecho buenas migas en 2011 cuando hicimos la serie para TVE de su ascenso al Everest sin oxígeno y teníamos pendiente hacer un nuevo proyecto”, continúa el realizador, que tuvo que decidir si se sumaba, primero, y reunir un equipo “eficaz y poco pesado”, después, en tiempo récord.

“Partimos el 8 de octubre de 2018 y rodamos durante un mes”. Al llegar, a Pasaban y Molina se les unieron dos montañeros consumados, el médico Jorge Egocheaga y Martín Ramos, además de cuatro jóvenes americanas. Completaron el grupo los porteadores y las cuatro protagonistas, claro: Saraswati Thapa, Laxmi Bhuda, Pabitra Bohara y Sanjita Rokaya. Una de ellas no pudo despedirse de su madre porque esta se encontraba en un chaugot y “su marido no la dejó salir”. “En esas cabañas sufren hipotermia e inhalan dioxido de carbono de los fuegos que hacen para calentarse, de manera que a lo largo del año hay varias mujeres que mueren por haber enfermado durante esas estancias”, lamenta Molina, para quien lo importante de este proyecto “no es que nosotros llegáramos para decirles lo que tienen que cambiar de su cultura, sino que son cuatro jóvenes de allí las que inician el cambio desde dentro”. A Pasaban también le parecía “muy importante” que fueran ellas “las que dieran un golpe sobre la mesa”. “La experiencia fue muy bonita, un regalo para Edurne y para ellas; se produjo un intercambio entre lo que les aportó Edurne como mujer y como alpinista y lo que ellas le transmitieron de su realidad”.

Finalmente, la expedición no alcanzó la cumbre. “Antes de llegar al monte hicimos diez días muy duros de trekking por una región muy poco conocida por caminos poco transitados”. Y más adelante, cuando ya estaban en el campamento base, con las cuerdas fijas y todo preparado, “cayó la gran nevada y fue imposible”. En cualquier caso, la vivencia fue irrepetible. “Ella quedaron muy contentas, sintieron que habían reivindicado sus derechos, y, aunque todavía queda mucho por hacer allí, las cosas empiezan a moverse”. Edurne Pasaban y Migueltxo Molina presentarán Chhaupadi el 13 de diciembre en Bilbao.

Protagonistas. Dora Magueño, Lidia Huayllas, Cecilia Llusco, Elena Quispe y Liita Gonzales.

Directores. Jaime Murciego y Pablo Iraburu.

Producción. Arena Comunicación.

Estreno. El domingo 8 de diciembre, a las 17.15 horas, en la sala BBK ( Diego López Haro 19-21).

Ayer en Bilbao. A la espera de la llegada de una de ellas, cuatro de las Cholitas llegaron ayer en Bilbao, donde fueron recibidas por las autoridades vizcaínas en el Palacio de la Diputación Foral tras visitar el Museo Guggenheim. “Jamás pensaría que iba a estar aquí rodeada de tanta belleza”, dijo la “coordinadora” de las cholitas, Lidia Huayllas, impresionada tras ver “un museo que parece un barco”.

Protagonistas. Saraswati Thapa, Laxmi Bhuda, Pabitra Bohara y Sanjita Rokaya.

Director. Migueltxo Molina.

Producción. Edurne Pasaban y Arena Comunicación Audiovisual.

Estreno. Viernes 13 de diciembre, 17.30, sala BBK.