PAMPLONA. La coreógrafa granadina Blanca Li invitará la próxima semana en Baluarte a reflexionar sobre la necesidad de respetar el medio ambiente y frenar el cambio climático, una preocupación que expresa el "poético, bello y blanco" espectáculo "Solstice".

Así lo ha definido la propia Blanca Li, como es conocida la bailarina y coreógrafa Blanca María Gutiérrez Ortiz, quien compatibiliza su nombramiento hace tres meses como directora de los Teatros del Canal de Madrid con la dirección de su propia compañía, fundada desde su residencia de 25 años en París, y con la que llega a Pamplona este miércoles.

En conferencia de prensa Li, quien ha advertido de que para ella la creación es "una necesidad, tan importante como el comer", ha señalado que sus espectáculos surgen de lo cotidiano, de sus vivencias diarias "ligadas a la vida y a lo contemporáneo", como "Solstice" que ha surgido de "una preocupación, de una idea que me oprimía", y que es el trato humano al medio ambiente y la naturaleza.

Su punto de partida para sostener el espectáculo ha sido "la naturaleza y los elementos, porque es el desequilibrio de estos lo que provoca el cambio climático", ha advertido para poner como ejemplo que no es lo mismo el agradable calor de una chimenea que la quemadura de un incendio, o la grata sensación del agua de una ducha que el exceso de la de una inundación.

Ese concepto de necesario equilibrio es el que ha intentado trasladar al escenario y a la expresión con el cuerpo de los bailarines, que "inventamos sensaciones y emociones" para compartir con el público, aunque también en este caso acompañado de una música y una escenografía que evocan aspectos tribales y relacionados con la naturaleza.

Así, sobre el escenario hay una tela que soporta el vídeo, la luz y la escenografía que permite ambientes diferentes, a cuya creación contribuyen también las danzas tribales en las que Li se inspiró y que aportan "la sensación de grupo, de tribu, de colectividad y de vivir juntos", que en su origen además apelan a elementos de la naturaleza, como son la danza del fuego, del trigo o de la lluvia.

La música también aporta reminiscencias naturales, pues se crea percusión con agua, con tierra y con madera, ha indicado.

"Con la danza no puedes hablar, pero lo puedes contar con el cuerpo", ha dicho para advertir de que, pese a la alarma que pretende trasladar sobre los actuales ataques a la naturaleza, "Solstice" es "un espectáculo muy poético, no es oscuro ni dramático sino bello y blanco", de forma que incluso ha animado a acudir con los niños en familia, "porque aunque habla de algo que es duro, deja la esperanza de que puede cambiar".

También el título, la referencia al solsticio, fue elegido por su belleza "y porque quería un poco de sol y de luz", ha reconocido la coreógrafa, quien reside desde 1992 en Francia, donde "en un momento dado encontré un apoyo excepcional porque hubo una voluntad política y se fomentó la creación de compañías de danza" y un sistema que protege al artista con prestaciones cuando está en paro.

"En España no puedes construir un mundo a largo plazo" cuando se es artista, ha advertido la actual directora de los teatros del Canal de Madrid, quien ha valorado este como "un proyecto precioso".

Blanca Li ha avanzado que en su labor de programación pretende conjugar tanto lo contemporáneo y creativo con lo clásico, de forma que ha apuntado su intención de ofrecer ópera, circo o ballet, pero también talleres de creación de danza y de textos teatrales, para convertir este en un espacio "donde haya mucha creación y mucha vida".