La Fundación Otazu celebró ayer la cuarta edición de su Art Weekend, una cita en la que arte y vino se fusionan. Este evento, integrado dentro del programa internacional de ARCOmadrid 2020, pretende unir arte, vino, naturaleza e historia bajo la premisa de que la creación artística bien puede funcionar como herramienta de reflexión, innovación y mejora social. El momento central de evento fue la presentación de la obra ganadora del Premio de la tercera Bienal de Escultura Monumental 2019 que convoca y entrega la fundación y que en esta ocasión ha recaído en el artista Hans-Peter Feldmann (Düsseldorf, Alemania, 1941).

Se trata de la primera pieza monumental que el artista alemán instala en el Estado y su propuesta fue escogida por un jurado internacional presidido por Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía de Madrid. La obra ganadora, titulada Tiempo, relata el valor y la trascendencia de este elemento esencial en la vida cotidiana. Pero también en la naturaleza y la viña. El tiempo como espacio de lo impredecible. "El hombre ha intentado a menudo describir el tiempo, para controlarlo, para comprender su significado y para interpretarlo. Sin embargo, cada propósito de parar o acelerar el tiempo ha resultado una tarea absolutamente imposible", explica Hans-Peter Feldmann en su propuesta para la Fundación Otazu.

sensación de extrañeza En este caso, Tiempo se materializa en un reloj de acero inoxidable de más de tres metros de diámetro con ambas caras vistas, insertado 50 centímetros por debajo de la tierra e inclinado. Este planteamiento provoca una profunda sensación de extrañeza en el espectador y, a la vez, le reta a reflexionar.

Hans-Peter Feldmann es uno de los grandes artistas conceptuales europeos y su universo creativo gira en torno a la vida cotidiana. Su obra forma parte, entre otras, de las colecciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), la Tate de Londres, el parisino Centre Pompidou y el Museo Reina Sofía.

En el marco del ArtWeekend4, se dieron a conocer también todos los proyectos que lleva a cabo la Fundación Otazu y que enlazan arte y vino. Estos son Artist Series, de Alfredo Jaar, ganador de la primera edición del Premio Bienal de Escultura Monumental; Genios de Otazu #2, con Pablo Armesto, que enmarca su obra dentro de un contexto que va desde la abstracción geométrica hacia la escultura más contemporánea. Y la propuesta 1 hectárea/1 historia, a partir de los trabajos fotográficos y audiovisuales de Jordi Bernadó.

Además, se presentó Vitral de Otazu, la obra póstuma de Carlos Cruz-Díez. Se trata de una propuesta que fusiona el vino con el arte contemporáneo. La pieza final de este proyecto, un hito para la Bodega Otazu, verá la luz en 2042, 30 años después de su concepción.

elena asins Otra de las novedades anunciadas fue la exposición comisariada por Miguel López-Remiro, que ha organizado un homenaje a Elena Asins, como recuerdo del significado de esta tierra de Navarra en su obra y todo lo que hizo por sus gentes. La propuesta se centra en su etapa artística final, sobre todo en su investigación en torno a la Antígona de Sófocles. La exposición incluye obras en préstamo del Museo Reina Sofía, una colección privada y piezas de la Colección de la Fundación Otazu.

Por supuesto, los asistentes tuvieron ocasión de recorrer el Señorío de Otazu, pueblo del siglo XII, y visitar las obras monumentales de Manolo Valdés, Xavier Mascaró, Baltasar Lobo, Jim Dine y Leandro Erlich.