- La pastilla, el cortometraje que el realizador tudelano Julio Mazarico ha realizado en estas semanas de confinamiento junto con su pareja y sus dos hijos, ha sido seleccionado en el Festival de Cine en Cuarentena promovido desde Perú.

Un gran número de eventos culturales en todo el mundo se han cancelado o aplazado debido a la pandemia, incluso muchas películas han postergado su fecha de estreno. Sin embargo, al mismo tiempo han surgido nuevas ideas que han percibido el contexto como una oportunidad de establecer espacios de creación y difusión del arte, como es el caso del Festival de Cine en Cuarentena: Historias hechas en casa, que ha seleccionado cortometrajes realizados en Perú, por un lado, y de todo el mundo, por otro. De este último apartado forma parte La pastilla, que cuenta “una historia sencilla y en clave fantástica”, cuenta Mazarico. Una familia tiene a la madre fuera del país de viaje cuando se declara la pandemia y se cierran las fronteras. De pronto, el resto de componentes del núcleo familiar, el padre y los dos hijos, se verán obligados a afrontar un problema para el que supuestamente no estaban preparados. El realizador no quiere desvelar más de la trama, pero subraya que esta pieza es “un canto a la creatividad infantil y a la capacidad de los niños, que a veces subestimamos desde el mundo de los adultos”.

La idea de hacer un corto en familia nació al principio de la cuarentena, cuando “muchos le dimos a la cabeza para poder pensar en actividades en casa, y más en nuestro caso, con dos niños, uno de 7 años y otro de 11”. En ese sentido, Mazarico se ha tomado como “una sorpresa” y “una alegría” que La pastilla, “creado íntegramente, delante y detrás de las cámaras, por mi pareja, mis hijos y yo mismo”, haya sido seleccionado por este certamen. “Es nuestra segunda selección internacional, también se ha visto en San Diego (EEUU). Los niños sobre todo se sorprenden, el pequeño pregunta dónde está Perú y si Donald Trump iba a ver el corto en el festival norteamericano”, comenta. Y añade: “Desde el principio nos lo hemos tomado como un juego”, también lo de participar en festivales de cortometrajes. “Han surgido varios a raíz de la crisis del coronavirus y más que vendrán”.

Durante estas semanas, el cineasta no ha dejado de trabajar, desarrollando proyectos, escribiendo guiones y realizando algunas piezas de publicidad institucional para las redes, “como el vídeo que acompañó al anuncio de suspensión de las fiestas patronales de Tudela, que ha tenido mucha repercusión local”. También ha tenido que reinventar Surcos, propuesta que espera poder terminar este año y cuya parte sociocultural han tenido que celebrar on line. “Ahora espero que la desescalada nos permita afrontar el rodaje en verano”, termina.