Los café-espectáculo de Navarra han reclamado la equiparación de su horario de cierre con el de los locales análogos del resto de comunidades autónomas. Octavio Galán, propietario de Sala Informal en Tafalla y representante de los café-espectáculo de Navarra (Gavia Los Llanos de Estella, El Tubo de Lodosa, Beer Station de Pamplona), ha hecho esta demanda en una carta remitida al vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, a la directora de Interior, Amparo López, y a todos los grupos con representación en el Parlamento de Navarra.

Una medida que implicaría la modificación del Decreto Foral 201/2002 y que "nos daría la esperanza para poder empezar a trabajar en esta 'nueva normalidad', ya que será muy lejano que volvamos a poder trabajar al 100% del aforo y poder rentabilizar nuestros negocios y sacar del ERTE a todos nuestros trabajadores", ha destacado Galán.

El representante de los café-espectáculo de la Comunidad foral ha llamado la atención ante "la precariedad que estamos pasando en esta pandemia debida al COVID-19" en la que "nos vimos obligados a afrontar un cese de nuestra actividad desde el primer día, y que ha día de hoy no tenemos claro cuándo podremos volver a nuestra normalidad".

"Llevamos 13 semanas con las salas de conciertos vacías", ha resaltado Galán, que ha lamentado que "el sector cultural está siendo (una vez más) uno de los grandes olvidados durante esta crisis". Ha advertido que "en una situación en la que no hay ingresos, pero los gastos prosiguen, la continuidad de muchas salas (y quienes allí trabajan) pende de un hilo".

"La situación actual nos deja a las salas de nuestras ciudades contra las cuerdas, en unas condiciones en las que resulta imposible subsistir", ha subrayado. "Sin ellas no hay escena musical ni local para que puedan continuar con su potente papel como dinamizadoras culturales", ha añadido.

En este sentido, ha indicado que "las salas de conciertos no disponen de butacas, por lo que la disposición de los espectadores es mucho más compleja que en el caso de teatros, cines o auditorios" y ha destacado que "no es rentable abrir con un aforo del 30% porque es imposible recuperar las pérdidas del cierre". "Habrá que desarrollar nuevas formas de ofrecer la música y pensar en poner sillas en las salas, en habilitar espacios de entrada y de salida y en que no se interrumpa nuestra actividad como hostelería, porque parte de nuestro negocio es vender bebida o comida, pero todo eso serían parches para una vida normal", ha indicado.