El patio trasero del Palacio Ezpeleta, donde tiene sede el Consejo Escolar de Navarra, acogió ayer el concierto que el Orfeón Pamplonés interpretó a modo de homenaje a todas aquellas personas e instituciones que componen el mundo de la educación. Esta iniciativa se debe al más que satisfactorio trabajo que ha desempeñado el sector educativo de la Comunidad Foral, intentando sobreponerse al confinamiento con una respuesta ímproba para concluir el curso con los conocimientos imprescindibles y sin dejar a nadie atrás.