os cines Golem, tal como habían anunciado, reabrieron este viernes las puertas de las salas de la avenida Baiona y del centro comercial La Morea. La primera sesión comenzó a las 17.15 horas, pero habilitaron la entrada de los espectadores con veinte minutos de antelación. Si bien, ya desde las 16.40 horas comenzaron a llegar los primeros cinéfilos, que esperaron en la calle revisando la cartelera, pensando qué película ver, o comentando la emoción de la reapertura. "¡Onward, Onward es la que quiero ver!", le decía un chiquillo a su madre. "No, todavía no se puede pasar", le advertía un señor a otro que intentaba abrir la puerta.

Pero no todos los que se acercaban a mirar a través de los cristales iban a estrenar la sesión. "Yo voy a venir a las 20.00, que ahora tengo planes, pero quería ver cuales eran las que podía ver", explicó Francisco Osés. La mayor parte de las proyecciones de la primera sesión se repetían en la segunda. "No hemos podido abrir Yamaguchi porque no tenemos suficientes películas. Las distribuidoras han ido echándose para atrás y hemos tenido que quedarnos con las películas que proyectábamos justo cuando empezó el confinamiento", comentó Irene Lacalle, gerente de salas de Golem Baiona.

la primera vez

Las cintas que se proyectaron fueron Todo pasa en Tel Aviv, Invisibles, Onward, La candidata perfecta (en castellano y en versión original), La lista de los deseos y The Gentlemen: los señores de la mafia.

Ante esta ausencia de estrenos, los Golem han llevado a cabo una iniciativa que consiste en traer de vuelta a la gran pantalla aquellas proyecciones que al público quiera. Bajo el slogan Estrénate con Golem, la empresa ha dejado que los espectadores decidan con qué filme les haría ilusión volver disfrutar de los salones de proyección.

Para ello, han habilitado la sala La Primera Vez, donde quien se estrena no es la película sino el público. El público, a través de las redes sociales de los Golem, ha ido proponiendo durante los días anteriores a la reapertura el título de su vida. Entre las varias peticiones se han propuesto grandes clásicos como E.T., el extraterrestre, de Steven Spilberg; Blade Runner, de Ridley Scott; PulpFiction, de QuentinTarantino o 2001: una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick, los cuales se exhibirán en las salas de Bilbao, Madrid, Burgos y Pamplona. El clásico con el que reestrenó Pamplona fue Cinema Paradiso, un filme italiano de 1988, galardonada con el Oscar, el Globo de Oro y el BAFTA a la mejor película extranjera.

Esta original idea tiene como propósito, aprovechando que hace cuatro meses que se cerraron los cines y la asistencia a las salas ha perdido su cotidianidad, hacer que la vuelta sea una sensación parecida a la primera vez que los espectadores fueron. Y para acercarse más a la realidad de ese sentimiento, han pensado que es una buena idea que los espectadores revean una película de la que guarden un buen recuerdo.

Y es que el coronavirus ha obligado a los cines a aumentar su creatividad, no solo ahora en la reaperturas sino cuando aún no estaban habilitados para usar las salas de proyección. "Cuando cerraron nos quedamos con mucha pena y, además, con muy poco que hacer. Entonces tuvimos la brillante idea del autocine, que ha funcionado perfectamente y que todo el mundo ha salido agradecido", expuso la gerente de salas. Ahora, en la reapertura, van a seguir pensando nuevos proyectos que animen a los ciudadanos a seguir asistiendo.

No obstante, son conscientes de que han abierto en periodo vacacional, que muchas familias se van de veraneo y que los Sanfermines de este año no van a ser los habituales. "Pero queremos que vengan muchas personas y que disfruten mucho", aseguró Irene Lacalle, que, como todos los trabajadores llevaba puesta una camiseta con el lema Nos cuidamos, te cuidamos.

medidas de seguridad

"He visto que han tomado medidas de seguridad: el uso de mascarilla es obligado, hay espacios vacíos entre las butacas, que hay menos sesiones... Creo que lo están haciendo bastante bien", comentó Samuel Vega, un joven palenciano que había venido a Pamplona a ver a su novia, y que estaban aprovechando la apertura del cine para ver The Gentlemen.

Tal como afirma Samuel, los cines Golem han cumplido con las medidas sanitarias: las salas están desinfectadas, los trabajadores se limpian las manos con gel después de tratar con cada cliente y, cuando se comprar las entradas, ya sea por internet o en taquilla, los asientos que están pegados al seleccionado se bloquean.

"Antes del confinamiento veníamos mucho al cine", afirmaron Guadalupe Purroy y Aurelio Martínez, que tenían muchas ganas de venir porque "no nos conformamos con ver películas, el cine es mucho más."

Otra de las novedades de la vuelta es que el precio de las entradas se ha rebajado. Los tiques, que antes costaban 7,20 euros, ahora valen 5 euros si se piden en taquilla y 4,80 euros si se adquieren por Internet.