ospechas, acusaciones, sentencias, castigos; luego, con el paso del tiempo. cuentos y leyendas... E historia. Es amplia la huella que el fenómeno de la brujería dejó en Navarra, territorio que desde la Baja Edad Media hasta comienzos del siglo XVII fue testigo de múltiples cazas de brujas. Una histeria colectiva que recoge Maleficium. Navarra y la caza de brujas, la muestra que puede visitarse en el Archivo de Navarra. Una colección de documentos originales que recorre desde los primeros casos de brujería en Navarra, a comienzos del siglo XIV, hasta los casos de Zugarramurdi (1609), convirtiéndose en uno de los conjuntos documentales más significativos existentes en Europa sobre la materia.

La cripta protogótica del Archivo es el escenario donde se expone la muestra, comisariada por el experto Jesús M. Usunáriz Garayoa, profesor de Historia Moderna de la Universidad de Navarra, y encargado de presentar la misma ante los medios: “Hay sucesivas fases en la persecución de la brujería muy similares a las que se producen en Europa, la muestra va más allá de nuestras fronteras”. Precisamente, según resaltó Félix Segura, director del Archivo, investigadores de distintos puntos del mundo han acudido al archivo navarro para profundizar en la documentación que ahora se expone, ya que “Navarra cuenta con el archivo por antonomasia de la brujería”.

Cinco bloques, en base a cronología y temática, marcan la exposición, distribuidos a través de un montaje realizado por la empresa Muraria SL y exhibe 45 piezas -en su mayor parte documentos originales manuscritos-, junto a diferentes paneles con ilustraciones, fechas y datos históricos. “Veremos desde cómo se construye la imagen de la bruja, a las actitudes de la población y de los tribunales hacia la brujería, las diferentes fases de la persecución...”, apuntó Usunáriz.

Entre los documentos expuestos, destacan piezas de valor como el del proceso judicial de 1370, escrito en romance gascón y reflejo de un imaginario sobre la brujería que es uno de los primeros casos a nivel europeo; y otros relacionados con hitos históricos en Navarra, como los episodios de brujería de 1525, desarrollados especialmente en los valles de Salazar y Roncal; y los casos de Zugarramurdi, datados entre 1609-1612. Y también se reúnen transcripciones sobre las acusaciones que esgrimían vecinos y vecinas entre sí, o las actuaciones de los tribunales y las propias víctimas. En definitiva, una muestra que posibilita a comprender la dimensión que alcanzó el fenómeno de la brujería, condicionando la convivencia de la sociedad navarra durante siglos.

El primer bloque de Maleficium. Navarra y la caza de brujas (siglos XIV-XVII) está dedicado al proceso de invención y fabricación de la bruja, a través de tratados demonológicos y contra la superstición, publicados en Europa y en España entre los siglos XV y XVII. Se incluyen, además, objetos como amuletos para luchar contra el mal de ojo, o para realizar conjuros.

El imaginario colectivo hacia las brujas protagoniza el segundo bloque. Son testimonios con transcripciones por parte de lugareños que hablan de maleficios, envenenamientos, asesinatos de niños o metamorfosis, en los que, además, se remarca el lugar dónde se recogieron para reseñar que “muchos pueblos, sobre todo al norte de Navarra, no están exentos del fenómeno de la brujería”, concretó Usunáriz. Se recoge también la realidad social de la bruja como tal, ya que el 75% de personas acusadas de brujería eran mujeres, que además escapan del prototipo de “mujeres viejas y marginadas, como habitualmente se dice”. Asimismo, se recoge la evolución de la palabra akelarre, derivada originalmente de un vocablo vasco cuyas primeras referencias datan ya de documentos de 1370 .

El tercer bloque está protagonizado por las actuaciones de las jurisdicciones que se hicieron cargo de los casos de brujería. En el caso del reino de Navarra, los tribunales reales, el tribunal diocesano y la Inquisición. También se reseña cómo las brujas tenían sus propios abogados, se recogen las acusaciones populares entre los vecinos -el insulto de bruja se usaba para denigrar y era una injuria- y transcripciones del tormento, esas torturas a las que sometían a los acusados para obtener sus confesiones.

Los principales momentos de persecución constatados en el reino de Navarra guían cronológicamente el cuarto bloque. Un apartado en el que se puede comprobar la menor incidencia que tuvo en España respecto a Europa -como se muestra en el mapa-, o que de la cifra total de acusados por brujería -las acusaciones eran múltiples-, era bajo el porcentaje que finalmente era condenado a muerte.

Finalmente, el último bloque se dedica a los sucesos de Zugarramurdi, desencadenados por el relato de una adolescente llegada de Francia y que, tras el auto de fe de Logroño de 1610 -proceso del que se pude leer en la muestra la relación completa de los acusados-, desenlazaron en la quema de seis personas vivas, además de causar a posteriormente una oleada de persecuciones e histeria. Histeria colectiva que, como también recoge la muestra, fue mermando, en gran parte gracias al papel de figuras como el inquisidor Alonso de Salazar y Frías.

Horario. La muestra puede visitarse entre julio y diciembre, todos los días en un horario de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas. La entrada es libre. Además, se ha organizado un programa de visitas guiadas a la exposición, los sábados a las 12.00 horas. Para más información, contactar con el Archivo de Navarra en el 848424667. En otoño se espera editar un catálogo de la muestra.

Muestra en colaboración. Además de documentos propios, el Archivo de Navarra ha solicitado en préstamos piezas a distintas instituciones, como la Biblioteca de Navarra, el Museo Etnológico de Navarra Julio Caro Baroja, la Biblioteca de la Universidad de Navarra, la biblioteca de la Universidad Pública de Navarra, el Archivo Diocesano de Pamplona, la Familia Azcona y la Familia Lozano. Entre ellas destacan una edición de 1620 del Mallei Maleficarum, la Relación sumaria del Auto de Fe de 1610, publicada en Burgos en 1611 y del que sólo existe un ejemplar en la biblioteca de la UPNA, o el Tableau de l’inconstance des mauvais agnes et démonds, de Pierre de Lancre, publicado en 1613 y conservado en el Fondo de la Familia Azcona.