- El penúltimo concierto de la primera edición del Pamplona Reclassics correrá a cargo de Francesco Tristano, pianista luxemburgués afincado en Barcelona que mezcla clásica y electrónica y que desplegará los temas de su trabajo Tokyo Stories esta noche a partir de las 21.30 horas en el escenario grande de la Ciudadela, con aforo para 400 espectadores.

Tristano, de sólida formación clásica, se adentró en la música techno entró en su vida mientras estudiaba en la Juilliard School de Nueva York. Durante el día dirigía a The New Bach Players a través de sus lecturas de Bach y, por la noche, los clubes de la ciudad le descubrían la música house y techno. En Not for piano (2007), publicó sus propias composiciones y versiones de himnos de Detroit como The Bells (Jeff Mills) o Strings of Life (Derrick May). Un año después, con Auricle Bio On introdujo el sonido del piano y lo usó simultáneamente como sampler y sintetizador. De hecho, con el lanzamiento de Idiosynkrasia (2010), logró la síntesis de ambos idiomas; virtuosismo digital y texturas electrónicas poco comunes, que él reivindicaría como Piano 2.0.

Junto a su carrera en la música electrónica, Tristano ha seguido creciendo como pianista clásico con un repertorio a medio camino entre el barroco -principalmente Bach y anteriores- y la música del siglo XX y XXI, organizando sus programas como si fueran “listas de reproducción”, que es como a él le gusta definirlos. El músico está en continua expansión, libre de prejuicios y un creciente conocimiento del techno. Después de finalizar Aufgang (dos pianos y baterías con grandes dosis de deep house), sus próximos esfuerzos lo llevarán nuevamente a su versión personal del techno, sentando las bases de una amplia e indomable estética musical.

Esta noche su concierto estará dedicado a Tokyo Stories, proyecto basada en la primera visita que el pianista hizo a la capital de Japón en el año 2000, cuando tenía 18 años. El disco se compone de 16 composiciones originales para piano, sintetizadores y electrónica y refleja su larga conexión personal con Tokio, que ha continuado con los años. Cada pieza o “historia”, como él dice, plasma experiencias que van desde lo profundo hasta lo fortuito. Grabado principalmente en la ciudad nipona, el álbum cuenta con numerosos invitados, incluidos los músicos japoneses U-zhaan, Keiichiro Shibuya y Hiroshi Watanabe, el artista argentino de electrónica Guti y el francés Michel Portal. “Esta es mi humilde banda sonora de la ciudad; mi álbum no intenta explicar Tokio, se trata de momentos muy específicos para mí, momentos en los que he vivido intensamente en esta maravillosa ciudad durante los últimos 10 años”, comenta. Muchos de los temas están basados en sonidos que el propio Tristano grabó en parques, calles, estaciones, restaurantes y rincones de Tokio, configurando una “banda sonora personal” de esta gran urbe.